El show de Elpidio

Elpidio Silva, juez apartado d ela carrera judicial.

Por Xavier Carrió Jamilá / Durante toda la semana estamos sufriendo por las TV la marcha del juicio por prevaricación de Elpidio Silva, el juez que metió de manera preventiva en la cárcel por dos veces a Miguel Blesa. Así que su toma de postura le costó su carrera en el mundo judicial. Con su comportamiento estrafalario ha conseguido eclipsar al que debería ser el juicio que importara a los españoles: sobre la culpa de Blesa en la ruina de Caja Madrid y su responsabilidad en la ruina del colectivo de los preferententistas.

Como el ex juez pretende seguir su futuro en la política como candidato en las elecciones para la Eurocámara. Todos sus esfuerzos han estado dirigidos a boicotear el trabajo de sus excolegas, ahora juzgadores, intentando paralizar el juicio con toda clase de tretas judiciales (…). Primero, recusando ante el Tribunal Supremo al magistrado Jesús Gavilán, el instructor del TSJM que había llevado a Elpidio al banquillo de los acusados por el caso Blesa. La Sala de lo Penal lo rechazó señalando que en la querella del polémico juez no se relata ningún hecho que revista indicios de delito.

Después renunciando a su abogado, alegando falta de confianza y alegando indefensión en un claro intento de paralizar la vista y después recusando a dos miembros del tribunal que lo está juzgando, saliéndose momentáneamente con la suya. Con esta treta ha conseguido retrasar la marcha de un juicio que podría impedirle obtener un hipotético escaño en Bruselas, para seguir eludiendo la acción de la Justicia tal como consiguieron en su momento Jesús Gil o Ruiz Mateos.

El partido que lo respalda ya presentó, a las 23.30 horas del lunes, más de 25.000 avales de ciudadanos y 60 de cargos públicos en el Congreso de los Diputados para poder concurrir a las europeas. Calcula que necesita 250.000 euros para hacer frente a los gastos de la puesta en marcha de Movimiento Red.

En su camino hacia Europa resulta que es imprescindible financiar su campaña electoral, y se ofrecen “interesantes recompensas” a los donantes. Entre ellas, pide 15 euros por una camiseta con su nombre, 20 euros por un autógrafo, 300 euros por una cena junto a él y 500 euros por asistir al Europarlamento si resulta elegido.

Sin perjuicio de mi opinión personal sobre él, por ahora, Juez Silva, opinión que no es, precisamente, positiva, pues no deja de ser un charlatán de feria igual que su amigo Garzón, lo cierto es que no se puede olvidar que cualquier acusado puede utilizar las tretas que considere conveniente para su defensa o, en el presente caso, su intencionada dilación del procedimiento.  Son recursos legales permitidos que, si bien pueden resultar hasta en algunas ocasiones “ridículos”, no olvidemos que están en último término justificados por el principio de presunción de inocencia.

Dicho lo anterior, el esperpéntico y bochornoso espectáculo que nos han dado tanto unos como otros, pasará a los anales de la Judicatura como en lo que un Tribunal de Justicia no se debe convertir…. en un circo…

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