Educación.-
Lo de Dirección General de Política Educativa Escolar me suena a coña marinera. Alguien pretende mofarse del contribuyente. Y encima con quien no ha sabido coordinar a las Direcciones Provinciales de Educación, consintiendo que cada una vaya a su ritmo, a su aire y con su música. ¡Joder, qué tropa! En su día pedimos a Juan Vicente que cambiara de titular para esa mofa que ha acabado llamándose “Política educativa”; no lo hizo y ahí están las consecuencias: caos, desorganización, desconocimiento, descontrol y chulería. Mal presidente es aquel que, sabiendo que está mal asesorado, se niega a escuchar.
Hace años, al recreo se pretendía llamarlo “segmento de ocio” y a los maestros “Ingenieros Técnicos Pedagogos”. El caso es que a estos últimos se les denominó Profesores de EGB y al primero simplemente recreo. ¿Se imaginan la mofa que hubieran suscitado los nombres pretendidos? Tanta o más que el nombre ese de la Dirección General de Política Educativa Escolar. ¡¡Hay que joderse para no caerse!! Decía Proust que “todo lo grande en el mundo viene de los neuróticos”, a ver si ahora va a tener razón el circense que ha generado la ocurrencia del nombre de la Dirección General. Sea como fuere, el cachondeo está servido para consumo de propios y extraños y lo peor de todo es que ese cachondeo durará mientras dure el nombre.
