¡Arde Venezuela!

Corina Machado, líder opositora

Corina Machado, líder opositora

La situación en Venezuela no para de deteriorarse. Mientras, a cada día que pasa, va siendo cada vez más difícil obtener productos de primera necesidad, van cerrando empresas, estudiantes y los opositores ya llevan dos meses llenando las calles de las principales ciudades, siendo reprimidas violentamente por las balas de la Guardia Nacional con Nicolás Maduro que sin tener ideas para sacar a su país de la miseria, no para de hacer discursos incendiarios con amenazas y asesinatos de sus comandos adictos hacia sus opositores. Se habrían producido más de treinta en los dos meses que duran las protestas.
Aquel que no sigue las consignas de régimen o protesta es un traidor. La represión que empezó con la detención de Leopoldo López, quien fue acusado de ser el responsable del inicio de las protestas de estudiantes y de la oposición. Por esa razón, se emitió una orden de detención en su contra, lo que finalmente provocó su entrega a las autoridades. Ahora espera juicio en una cárcel militar a las afueras de Caracas.

Ahora parece ser que el chavismo necesita un objetivo más y la elegida es la diputada Maria Corina Machado, la misma que el pasado domingo encabezó una marcha en la capital en rechazo a la “injerencia cubana” que existe en los poderes públicos y las Fuerzas Armadas de Venezuela. Aquel día exigió “la expulsión” de cubanos en el Gobierno y aseguró que van a “liberar” a las Fuerzas Armadas Nacional Bolivariana (FANB) de funcionarios de la isla.
Esto ha provocado la respuesta del gobierno venezolano de la única manera que saben hacer: amedrentando y persiguiendo a la oposición. Por eso, la Asamblea Nacional pidió a la Fiscalía General que investigue a la diputada opositora para allanar su inmunidad parlamentaria y juzgarla por los hechos violentos del último mes. El presidente del Parlamento, Diosdado Cabello, pidió “que pague ante la justicia venezolana por los crímenes cometidos en este país desde el 12 de febrero”. 
Maria Corina Machado ha tomado el testigo de la oposición encabezándola y se ha convertido en un objetivo de los represores. Ha tenido que salir del país con la ayuda del gobierno de Panamá y hoy se va a dirigir en Miami la reunión de la OEA para explicar la desesperada situación. No podrá volver a pisar suelo venezolano si no quiere ser detenida como su compañero en la lucha.
Mientras, y con 200.000 compatriotas españoles prácticamente sitiados en aquel país, cuyos bienes o negocios están siendo requisados y perseguidos desde la época de Chávez. Por fin ayer García Margallo se acordó de que es ministro de Asuntos Exteriores y ha dejado por un momento de hablar de Cataluña para dedicar unas palabras a la persistente y violenta represión que siguen sufriendo en Venezuela los opositores al régimen chavista. Lo malo es que las declaraciones del ministro han sido tan fútiles e irrelevantes que lo único que nos han venido a confirmar es que la política exterior de España ante lo que está pasando en el país sudamericano sigue sin ser mucho mejor que la propia de los tres monos de Nikko: No ver nada, no oír nada, no decir nada.
Naturalmente que en Venezuela hay muchas inversiones e intereses económicos españoles que cuidar. Lo insensato es creer que guardando silencio y dejando hacer al tiránico y arbitrario régimen de Maduro vamos a atajar la cada día mayor inseguridad jurídica que allí padecen nuestras empresas. España debería haber liderado la construcción de un frente común europeo ante un régimen liberticida y violento como el chavista que pone en riesgo no sólo nuestras inversiones en ese país, sino hasta la vida de algunos compatriotas.
A la vista de la política exterior de este irreconocible Gobierno de Rajoy parecería que “hacer lo que hay que hacer” significa no hacer ni decir nada. Su afirmación de que “hay que entenderse con Venezuela” nos evoca aquellas complicidades cuando el gobierno Zapatero con el régimen castrista utilizaban la excusa de que “hay que entenderse con Cuba”.
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