* FUENTE: UN ESPÍA EN EL CONGRESO /
«La naturaleza no ha sido generosa conmigo, así que me adorno» declaró el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo antes de someterse a una liposucción en la sanidad pública que impidió operar a otro paciente que padecía un tumor diagnosticado por el servicio de otorrinolaringología. Hasta seis irregularidades ha denunciado el personal sanitario del Hospital Gregorio Marañón, que señala al director médico Eduardo Junco, galeno que tenía una sección en la revista “Hola”, y a la doctora Rosa Pérez Cano, jefa del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora que además tiene clínica privada, por otorgar trato de favor al ministro de Exteriores. El periodista de Abc, Juan Carlos Girauta ya pidió su dimisión y sugirió que su anterior cargo como eurodiputado se lo dio Mariano Rajoy como una “socorrida salida en situaciones de cambio familiar”, en alusión a su divorcio. Y es que desde que se casó en segundas nupcias con Maribel Barreiro, 15 años más joven, ex diputada y ambiciosa como él, le cambió la vida: el ministro ahora frecuenta la “jet set”, concede entrevistas a “Vanity Fair” e incluso se ha visto dos veces con la princesa Corinna, la amante del rey Juan Carlos. Para colmo, su actual pareja, ha sido acusada de tráfico de influencias y aprovechó vacíos legales para burlar las incompatibilidades de su puesto público: fue alto cargo en Sanidad y fichó inmediatamente después por el laboratorio Glaxo, quien endosó millones de vacunas contra el papiloma a la Comunidad de Madrid. Sigue leyendo