Considero acertado el hecho de que no acudiese José Ignacio Wert, ministro de educación y cultura, a la gala de los Premios Goya. Los ‘titiriteros’ esperaban al ministro con el arcabuz cargado de insultos e improperios. Pensaban pasar toda la gala llamándole estúpido a la cara, como si fuera un simple estafermo al que había que aporrear.
Vaya por delante que ese acto anual de los Goya me parece una estupidez, no por el acto en sí, sino por lo que persigue contra la convivencia. ¡Lástima de ‘Gandula‘ para esta casta insensata y lenguaraz! Esta gente de la farándula se cree con derecho a fusilar dialécticamente a todo aquel que no piensa como ellos; eso, precisamente, tiene un nombre en mi vocabulario, y es el de ser dictadores, aunque lo sean de pacotilla.