Por Xavier Carrió / El PSC, la rama catalana del PSOE, se enfrenta a una ruptura que no sólo es probable sino que es completamente lógica: 120 antiguos dirigentes del anterior y nefasto “Tripartit” como Joaquim Nadal y Montse Tura, la eurodiputada Maria Badia, el exministro Joan Majó, el presidente del grupo socialista en el Ayuntamiento de Barcelona, Jordi Martí, y los miembros de la ejecutiva del PSC Jordi del Río y Fabian Mohedano han lanzado un manifiesto en apoyo tanto de los tres diputados díscolos del partido como de los que “se han negado a votar en contra de su compromiso electoral”, donde se ha hecho un ”llamamiento socialista en favor del referéndum” soberanista.
Anteriormente tres diputados críticos ya habían roto la disciplina de voto en la sesión de Parlament donde se pedia que el Parlament pidiera al Congreso de la nación autorizara una consulta que de antemano ya tiene denegada, han sido la exconsejera Marina Geli, el exalcalde de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) Joan Ignasi Elena y la exalcaldesa de Ulldecona (Tarragona) Núria Ventura han roto la disciplina de voto del PSC; mientras que el alcalde de Lérida, Àngel Ros, renunció ayer a su escaño; y la diputada Rocío Martínez-Sempere y la exparlamentaria Laia Bonet han anunciado su dimisión de la comisión ejecutiva del partido.
Todos ellos, resultan ser profesionales de la política sin otro oficio ni beneficio. Puestos en la disyuntiva de elegir, pues, entre sus principios y sus piscinas, ninguno de ellos puede permitirse el lujo de discrepar. Ellos están dispuestos a pactar con cualquier partido separatista que se ponga a tiro con tal de disfrutar del poder y alejar de él al PP.
El comunicado, insta a “trabajar con todos los que propugnen la celebración de un referéndum, sea cual sea la posición que cada uno pueda tomar después en lo que se refiere a la respuesta de la consulta”, al tiempo que ha criticado las “precipitaciones” y “aceleraciones injustificadas que pueden conducir a Cataluña, una vez más, a la derrota y a la frustración”.
Los firmantes invitan a “todos aquellos que se sienten socialistas a mantenerse a favor de la celebración del referéndum y sumarse al llamamiento”, porque “el socialismo catalán no puede faltar a la actual cita para Cataluña y debe acudir en primera posición, con posiciones propias, sin caer en seguidismos dentro o fuera de Cataluña”.
Estamos ante una rebelión dentro de PSC y una ruptura en dos del partido que había sido hasta hace pocos años el principal partido de la oposición donde una casta de políticos profesionales catalanes, la mayor parte de acomodadísimas familias e ilustrísimos apellidos, que servían al nacionalismo con los votos de trabajadores de procedencia andaluza o extremeña que, lógicamente, poco tenían de nacionalistas y habían sido el referente de todos aquellos catalanes que por sus lugares de procedencia siguen sintiéndose españoles.
La democracia tiene herramientas para regenerarse, y allí donde un partido deja de cumplir su función aparecen otros, en muchas ocasiones mejores, que la cumplen. El PSOE y el PSC se han suicidado en las últimas décadas en Cataluña y otras partes de España, pero ya hay alternativas, como Ciutadans o UPyD, que ya están dispuestas a coger el relevo. No tiene ningún sentido que personas que piensan que Cataluña debe ser independiente compartan espacio político con otras que crean que debe mantenerse como una parte de España.