Por Jesús Salamanca Alonso / Hace días que se abrió la carrera sucesoria en el PP en Castilla y León. El fin último es suceder a Juan Vicente Herrera Campo al frente de la presidencia regional de la derecha conservadora y, por añadidura, al frente de la Junta de Castilla y León, llegado el caso. Dicha carrera ha puesto de los nervios a algunos que, con sus actos y opiniones, han perdido definitivamente la batalla: es el caso del actual alcalde de Salamanca y del presidente de la Diputación Provincial de Zamora.
Todo parece indicar que la gran batalla se librará en Valladolid, aunque desde Génova-13 existe un claro e incondicional apoyo a Rosa Valdeón, actual alcaldesa zamorana. En la sede central del PP en Madrid se han puesto dos vetos para la sucesión de Herrera Campo, y son al alcalde citado, a la presidenta de la Diputación leonesa y al actual consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León.
¿Tienen alguna posibilidad los candidatos de Valladolid para suceder a Juan Vicente Herrera? Pues, sí. Junto con la provincia de Zamora es la que tiene el mejor candidato y, además, goza de todos los apoyos. Es un político de largo recorrido y ha tenido muchos años para prepararse en política. No es Javier León de la Riva, alcalde de Valladolid. Posiblemente sea uno de los mejor preparados y que siempre ha llevado como bandera la honradez.
León de la Riva sabe formar equipos, como pocos políticos saben hacerlo y, para colmo, llama a las cosas por su nombre. Su tiempo para ser presidente del PP y de la Junta ya ha pasado; con diez años menos estaría en la línea de salida. La Alcaldía colma sus aspiraciones, pero no por eso deja de ser látigo de corruptos, vagos y maleantes. No está muy visto entre los políticos del PP de la comunidad y tampoco por la izquierda, porque suele ponerla frente al espejo de sus contradicciones y de sus bufonadas.
¿Acaso Tomás Villanueva Rodríguez? Pues, no. También pasó su tiempo. El actual consejero de Economía ya está en franca retirada. Su figura lleva varios años cuesta abajo. Pudo serlo todo en la comunidad y fue mucho en la propia Junta; llegó a creerse presidente cuando se marchó Juan José Lucas; incluso llegó a recoger todos sus efectos personales pensando que cambiaría de despacho inmediatamente, pero…. ya no hay vuelta atrás. Su falta de reflejos en el fraude y chantaje del Banco Ceiss, así como su excesiva permisividad en la desaparición de Caja España y Caja Duero le ponen en una ‘cuarentena’ permanente.
Hay que reconocer que su gestión ha sido pésima en el plano económico: Castilla y León carece de unas infraestructuras industriales capaces de retener a su juventud preparada y gran parte de esa culpa y de ese error lo tiene Villanueva. Castilla y León es una comunidad que prepara a su juventud y la exporta: error que las universidades no han sabido atajar sino que han incrementado el problema. A los datos me remito.
¿Emerge Jesús Julio Carnero? El actual presidente de la Diputación Provincial es un político en alza y los alcaldes de la provincia están con él a partir un piñón. Carácter afable y encantador. Trabador durante 24 horas diarias, pero un poco desconocido en la Comunidad, lo que le relega, de momento, a un papel secundario en Castilla y León. Conoce como pocos la provincia, seguramente solo superado por Ruiz Medrano.
Carnero es un valor en formación y está llamado a metas más altas que las actuales. No ha llegado su tiempo, pero puede seguir los pasos del ‘mirlo blanco’ del Partido Popular en Castilla y León.
¿Quién es el ‘mirlo blanco’? Para todos, incluido Juan Vicente Herrera, el ‘mirlo blanco’ es el actual delegado del Gobierno en Castilla y León: Ramiro Ruiz Medrano. Sin discusión posible. Estamos ante un político, honrado, sensato, trabajador, con muchos apoyos y con una capacidad de sacrificio que avasalla. Lo sabe todo y lo conoce casi todo; no se mueve una pluma sin que él tenga conocimiento. A la hora de formar equipos, su capacidad es abrumadora.
Tan solo Ramiro Ruiz Medrano puede dar un vuelco a la política y a las expectativas en Castilla y León. Su figura no está inmersa en la crisis y es el único capaz de mantener el tipo y el nivel de votos en Castilla y León. Medrano es a quien más miedo político y admiración tiene la izquierda de esta región; nunca ha perdido una elección el PP cuando él ha formado parte de las listas electorales.
Reconocido y apoyado por Génova-13, y también muy bien visto por Herrera Campo para ocupar el sillón presidencial. Toda la comunidad cree en sus posibilidades, aunque suscita algunas envidias en provincias. No hay duda que es quien más posibilidades tiene de ocupar la presidencia del PP en Castilla y León y, por añadidura, de la Junta, llegado el momento. Solo hay una persona que puede hacerle sombra, por apoyos nacionales y regionales, así como por poderío político, y es la actual alcaldesa de Zamora: Rosa Valdeón Santiago; sin embargo, las malas lenguas hablan del afán de Herrera Campo por promocionar a la presidencia del PP a Milagros Marcos, actual consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades.
Ramiro Ruiz Medrano y Rosa Valdeón Santiago son dos candidatos incontestables, ante quien los políticos de esta tierra se ‘quitan el sombrero’, excepto Fernández Mañueco que –con tal de hacer daño siempre—ha demostrado ser como el perro del hortelano, además de infiel a los valores del PP y bufón-‘incendiario’ de casa propia, pero a destiempo. Sus cercanos califican su ambición como “de Psiquiátrico”.