Hay personas que llevan tanto tiempo en política que confunden el patrimonio personal con los recursos públicos. No solo se da esa confusión a título personal sino que algunos piensan que sus familiares tienen derecho a hacer uso de tales recursos. En Castilla y León llueve sobre mojado desde hace mucho tiempo. Hay medios de comunicación que lo han denunciado, pero otros callan para seguir conservando prebendas y trato preferencial.
Algún lector se preguntará a santo de qué viene el párrafo anterior. La respuesta es simple: allá por octubre o noviembre del año pasado, el actual consejero de Presidencia de la Junta de Castilla y León anunció con luz y taquígrafos que la comunidad iba a ser la primera en adoptar medidas de austeridad en la línea marcada por el Gobierno de Rajoy. Hasta ahí todo perfecto, digno y en su sitio; no obstante, el tiempo ha hecho que el citado consejero se pillara los dedos.