La presión a la que han sometido a Herrera Campo ha sido un escrache en toda regla por parte de los alcaldes de su propio partido.
Uno de los muchos problemas que tiene Castilla y León es la ruralidad, lo que no quiere decir que no haya otros de capital importancia: casi nulo crecimiento vegetativo y fuerte emigración. Lo hemos podido comprobar en el intento de supresión del primer ciclo de la ESO en 59 centros de la zona rural. Y decimos “intento” porque el presidente se ha visto obligado a rectificar ante la presión de los alcaldes y padres afectados. Juan Vicente Herrera ha corregido a su consejero de Educación; una corrección que no es la primera ni será la última, porque cada vez que se mete en un charco el consejero –Juanjo Mateos—acaba salpicando a todos los que están alrededor y manchando la imagen de la Junta y del Partido Popular.