Las reformas hechas hasta ahora han sido un desastre con mayúsculas. Y si muchas cuestiones han salido adelante ha sido gracias al profesorado que es capaz de suplir la reiterada incompetencia de la administración educativa más próxima, de las consejerías de educación y del propio Ministerio de educación y ‘Cosas varias’. Y yo me pregunto: ¿Por qué siempre reforman la educación? Todos sabemos adónde está el fallo de la LOE, como sabíamos adónde estaba el fallo de la LOGSE, pero a los políticos no les interesa meter mano ahí. Saben una cosa: ¡Que se jodan, porque el profesorado siempre sabrá estar a la altura de las circunstancias y suplir las atrocidades generadas por los asesores-políticos!
Cada vez que cambiamos de Gobierno, cambiamos el sistema educativo o lo retocamos y así no vamos a parte ninguna. Aclarada esa idea, he de decir que también hay algunas ideas positivas. Vamos con ellas: aumenta la autonomía de los centros y la capacidad organizativa de los mismos, el claustro tendrá peso en las decisiones aunque ya lo tenía en cuestiones pedagógicas y didácticas, se da importancia a los refuerzos para las materias troncales, mayor flexibilidad en general, incorporación generalizada de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) al sistema educativo, el dominio de una segunda o tercera lengua extrajera, mayor orden y control en las comunidades autónomas en cuanto a los contenidos…