No creo que Herrera Campo, mi presidente, llame austeridad al hecho de que no cobren retribuciones el 80% de los parlamentarios. Lo que no cuenta es que se reúnen una tarde de miércoles y una mañana de jueves, cuando lo hacen, para cobrar dos dietas diferentes, al ser días distintos. ¡Vaya cara más dura! ¿Y qué dice la presidenta de las Cortes de ese abuso desmedido? Hace unos días demostró un periodista del diario “El Norte de Castilla” que la malversación estaba instalada en las Cortes, mientras se siguiera haciendo esa ‘cochinada’, en tanto que la ciudadanía andaba a tres menos cuarto, aumentando el paro y cerrándose empresas a mayor velocidad y en mayor cantidad que en ninguna otra comunidad autónoma. Señor Herrera ¿quiere que sigamos hablando del gasto y del coste del mastodóntico edificio de las Cortes de Castilla y León? ¡Mejor no, sobre todo para no sacarle los colores!
Dice usted que desde 1987 tenemos una única Delegación Territorial en cada provincia. ¿Cuántas quiere tener? No se da cuenta que también sobra la que hay en cada provincia, incluso. Si queremos rentabilizar recursos, no podemos repetir organismos como ese tipo de delegaciones, dado el coste que suponen. Toda cuestión se puede canalizar a través de las subdelegaciones de Gobierno de la comunidad o incluso a través de las diputaciones y/o Ayuntamientos. Por lo que compruebo, y me avergüenza, cada quiosquero monta su ‘chiringuito’, aunque no haya cometidos rentables.