La LOMCE será un salto de obstáculos.

De oca a oca y tiro porque me toca. Así irán los estudiantes por el sistema educativo en caso de salir adelante la nueva reforma educativa; es decir, la LOMCE (Ley de Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa). Unas veces ese obstáculo será una evaluación de diagnóstico, otras una prueba final sin efecto académico y, al final de la ESO, otra prueba final. Antes, al finalizar el tercer curso de ESO, habrá dos pruebas diferentes en función de la opción cursada en cuarto: la académica, que se aplicará para optar por el bachillerato, o la aplicada, si se opta por la formación profesional.

Nadie debe preocuparse porque se darán certificados a quienes las superen y a los que no. Un certificado por aquí, otro por allá. Quienes no superen la prueba de cuarto de ESO tendrán su certificado oficial donde constarán los años cursados y el nivel de competencias básicas adquirido. El bachillerato seguirá teniendo dos cursos ya que el cuarto curso de la ESO será un “año de fogueo”.

Para tener el título de la ESO y poder optar al bachillerato o a la FP será imprescindible superar una evaluación final. Hay que tener en cuenta que la nota final de la ESO (debe ser superior a 5) ponderará la nota final de la prueba (30% el examen) y al 70% la media académica de todos los cursos. También el bachillerato tendrá una prueba final y a ella únicamente podrán presentarse quienes hayan aprobado todas las materias. Para la nota final del bachillerato se tendrá en cuenta la nota de la prueba en un 40% y la media académica en un 60%. Eso sí, quien no supere la prueba también tendrá derecho a un certificado. Y tiro de certificado en certificado  porque me toca.

Un dato muy curioso es que la LOMCE permitirá la especialización de los centros en una o más modalidades de bachillerato. No será preciso que todos los IES tengan todas las modalidades de bachillerato, lo que va a dar una bombona de oxígeno a los centros concertados, incluso a la propia Administración. Al parecer esa va a poder autorizar modalidades de bachillerato en función de la demanda existente.

Lo que hay que tener en cuenta es cómo va a autorizar el Ministerio la especialización curricular, dentro del proyecto educativo del centro. ¿Y para promocionar? Pues resulta que en bachillerato y en FP no es clarificador el borrador. No se fija el número de suspensos para poder promocionar; sin embargo sí dice que cada curso se podrá repetir hasta en dos ocasiones pero “previo informe del equipo diocente”. Hasta ahora, la ley Orgánica de Educación solo permite la repetición una vez.

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