Estamos viendo cómo progenitores lloran ante la ventanilla de la entidad bancaria porque se ven obligados a devolver el recibo de matrícula, con lo que sus hijos pierden la matrícula universitaria; un recibo que esperaban poder pagar en octubre (fecha habitual de pasar el importe) pero que en agosto es imposible porque el saldo de la cuenta apenas arroja un saldo de 723,45 euros.
Estamos ante el ‘gran logro’ y la ‘gran obra’ del ministro de Educación, José Ignacio Wert, y del Gobierno de Mariano Rajoy; es decir, que solo van a poder estudiar los hijos de las familias pudientes y acomodadas. Del ministro de Educación actual, tal vez no nos acordemos en el futuro pero a sus ascendientes más cercanos sí les tendremos presentes en muchas ocasiones. Algo parecido a lo que sigue sucediendo con Cruz Martínez Esteruelas, ministro de Educación y Ciencia que cerró la Universidad de Valladolid durante el curso académico 1974-1975.