El despilfarro no parecen verlo quienes llevan apoltronados años y años y su lema es recortar a la ciudadanía pero sin tocar ‘su castillo’.
España se parece cada vez más a los reinos de Taifas. Las comunidades autónomas se han convertido en la causa principal del déficit y del despilfarro. Un déficit que abarca un intervalo cuyos límites van desde la existencia de comunidades autónomas uniprovinciales –que se pueden gobernar con la gorra o desde internet en unos pocos cuartos de hora– hasta aquellas que han montado su ‘tinglado’ copiando lo que ya existía en el Estado central; es decir, han duplicado innecesariamente funciones y servicios.