El domingo, día 19 de junio, buena parte de la ciudadanía salió a la calle porque se siente indignada y engañada. Se ha podido comprobar que la indignación llega mucho más lejos de lo que parecía, pero aún nadie se ha atrevido a manifestarle ante los principales culpables: Rodríguez Zapatero en connivencia con la Banca. Por eso a mí no me representan.
Han sido años de despilfarro por parte del Gobierno socialista y por parte de las comunidades autónomas. Al grito unánime de «No nos representan», se ha iniciado en España un movimiento que debe acabar dando sus frutos porque cuando habla la calle no hay quien la calle. El ejemplo de Madrid, Valencia y Cataluña debe copiarse en Castilla y León. Y si hay intención sana, y no mera fiesta de entretenimiento, el día 23 de junio –fecha en que se llevará a cabo la investidura de Juan Vicente Herrera en las Cortes de Castilla y León– hay que concentrarse pacíficamente ante ellas y gritar de corazón eso de: «¡Los políticos de ahí no nos representan!». Recuerden aquello de «ganarán pero no convencerán». Y eso es lo que viene sucediendo con las huestes de Herrera Campo, elección tras elección, mientras Castilla y León se ‘desangran’ a la sombra de mucho aprovechado y falso mesías. De ahí que a mí no me representen.
En el ámbito del Estado podemos recordar innumerables y absurdos créditos concedidos por parte de la inservible y mediocre Aído –«miembra» y ex ministra de «Igual-Da»–, por poner un ejemplo cercano; los euros a manos llenas que han recibido organizaciones parásitas como UGT y CC.OO; millones a paladas que recibieron los Bancos en detrimento de las ayudas concedidas a Cáritas o Cruz Roja; miles de euros para hacer el mapa del clítoris; miles y miles de euros para los gays y lesbianas de Mozambique; millones para recrear y enfrentar a los españoles con la treta de la Memoria ‘histérica’; millones de euros para amansar a titiriteros y seguidores del «Nunca Más»; prohibiciones varias a la ciudadanía, en un intento de represión social y de imponer los seudo-valores del socialismo asilvestrado y a la española…. Podríamos poner muchos más ejemplos. Por eso, tampoco me representan.
En las comunidades también ha habido lujos imperdonables: desde el aumento de coches oficiales hasta la creación de embajadas autonómicas, pasando por el aumento nepotista de funcionarios y el uso y abuso particular de bienes y servicios de las comunidades. Léase Andalucía, Extremadura, Cataluña,…. Pero lo de Castilla La Mancha es lo más preocupante en este momento. Ahí tienen la gestión de Barreda, sobradamente demostrado que ha dejado su comunidad como un erial o el caso de Extremadura, donde el ex presidente ha recibido un despacho para vivir a cuerpo de rey, e incluso, ahora, coincidiendo con el cambio de Gobierno, le han buscado acomodo en el Tribunal de Cuentas. ¿Cabe mayor corrupción e insensatez? ¿Y Pajín?… Pues eso, mejor que no estudien los niños porque es el camino más fácil para llegar a ministrables.
Ah, recuerden que esto aún no ha acabado porque el ‘Vendeburras’ de León puede seguir haciendo mucho daño mientras no convoque elecciones generales. ¿Ponemos un ejemplo? La falta de confianza del empresariado y la nula inversión en España por temor a las reacciones del impopular y torpe, Rodríguez Zapatero. Todos sabemos que este presidente no ha demostrado ser trigo limpio –gracias a él y a varios miembros del TC, ETA campa a sus anchas en las instituciones–. Ya saben lo que decía Plauto: “Mal hombre es aquel que sabe recibir un beneficio y no sabe devolverlo”. ¿Quién se sentirá representado con el mal ejemplo que nos han dado? A mí no me representan. No voto y me niego a jugar a los demócratas.