El presidente del Gobierno, Rodríguez Zapatero, ha actuado como un desalmado. No se le han caído los anillos al decir otra nueva estupidez y poniendo un énfasis digno de vergüenza y bochorno a dicho aquello de «proclamo y afirmo que miente como un bellaco quien diga que hemos hecho recortes».
¡Hace falta ser fascista, mentiroso, hipócrita y torpe! Por lo que dice el presidente del desGobierno español, nadie en este país ha padecido el descenso de sus ingresos ni el aumento del coste de la vida ni los impuestos abrumadores que ha implantado el socialismo ni 5.000.000 españoles han pasado a engrosar las listas de parados. No quiere enterarse el «vendeburras» de León que «España ha sido, sólo después de Islandia, el país de toda la OCDE donde mayor fue en 2010 el aumento de la fiscalidad directa sobre los salarios. Zapatero no sólo bloquea la creación de empleo, sino que esquilma el salario de quienes aún lo conservan» (Xavier Carrió, dixit).