Ni los suyos le quieren. ¡Vete, Zapatero!

Ya no hay duda que a Zapatero no le quieren ni los suyos. Ha perdido el’carisma’ y la confianza. Ni muerto le quieren en algunas comunidades, de la misma forma que en Tudela de Duero no quieren ver ni en pintura al candidato del PSOE a la Junta de Castilla y León. Algunos destacados dirigentes, como el secretario de Estado de la Seguridad Social  y responsable de área económica del PSOE, Octavio Granado, sentado justo detrás del atril desde donde intervino Zapatero, ni se molestó en aplaudir. Granado permaneció sin levantar la cabeza de unos papeles en los que parecía muy enfrascado.

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