Mariano Rajoy acaba de anunciar su propósito de iniciar la recuperación económica; no obstante, se equivoca en cuanto al momento. La crisis ya ha afectado considerablemente a buena parte de la población, sobre todo a los jubilados, funcionarios y parados. El señor Rajoy se ha dado cuenta demasiado tarde, por lo que queda desacreditado por completo y de cara al futuro. Eso quiere decir que, si hubiera estado en el Gobierno de la nación, le hubiera sucedido lo mismo que al ‘Vendeburras’ de León, Rodríguez Zapatero.
A estas alturas de la película pide a las comunidades autónomas gobernadas por el PP que actúen como «locomotoras» del cambio. Se trata de que «preparen el camino» para iniciar la recuperación económica, como si hasta ahora no hubiera sido necesaria. Sí es cierto que el Gobierno central está «desnortado», desconcertado, desacertado y desprestigiado pero si existían fórmulas para salir antes de la crisis, el señor Rajoy debió poner su granito de arena hace tiempo. Parece como si le molestara que el PSOE le haya acusado de vago, desleal y despreocupado.
Si en algo tiene razón Mariano es en que «… no se puede esperar a las elecciones generales, hay que empezar ya, ése es nuestro reto», ha dicho recientemente. Y, precisamente, ahí está el ‘pecado’ del falso líder del PP: hace tiempo que el PP debió aportar soluciones, si es que las tiene; sobre todo desde que el Gobierno central demostró su desprecio a la ciudadanía y comenzó a despilfarrar inútilmente las arcas del Estado. Ahora más que nunca cobra realidad la campaña: «Con Rajoy es imposible».
«No somos comentaristas de lo público sino gestores de los intereses generales de los españoles», ha dicho Rajoy, aunque lo ha dicho tarde y aprovechando la corriente favorable de las encuestas. Lo que aún no le han debido de decir es que ha habido motivos más que suficientes para que la ventaja del PP respecto al PSOE fuera el doble de lo que es. Y si las encuestas están como están es por la inutilidad de la derecha que representa Rajoy y por la inoperancia del socialismo a la española.
En el ámbito de la derecha, nunca tanta desidia y tanto desprecio al contribuyente había cobrado tanta rentabilidad. No se puede acudir a pedir ayuda a las comunidades autónomas, cuando éstas requieren una revisión en profundidad, tanto en cuanto a su funcionamiento como en cuanto a las competencias que gestionan; en muchos casos duplicadas respecto al Estado.
Con las barbaridades que ha dicho Rajoy en las últimas semanas se demuestra que va contracorriente. Don Mariano no ha sabido ser legal ni leal a España, a sus votantes y a la propia crisis, tampoco a las instituciones. Y ya se sabe lo que decía Vicente Aleixandre: «ser leal a sí mismo es el único modo de llegar a ser legal a los demás».