Quien con obras ha perdido la confianza y la credibilidad, no ha de esperar recuperarla con promesas de vana palabra. Rajoy tiene una sombra de necedad muy alargada y eso se le acentúa cuando ignora lo que dicen quienes pueden convertirle en gobernante… muy a pesar de muchos que le votarán «a la desesperada».
*FUENTE: Ignacio F. Candela, autor de «La afilada navaja de Ockham II».