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Allí estaban, Iñigo Iruin, Pernando Barrena, Txelui Moreno, José Ralón Etxeberria, J uan Cruz Aldasoro, Kepa Landa, Joseba Permach, y otros dirigentes históricos de Batasuna y ex condenados por terrorismo, estaban como espectadores en primera fila… fundando un nuevo partido con que se pretende engañar de nuevo a la Justicia y acceder de nuevo a las instituciones vascas en las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo. Aq
uí no había que ver lo que dicen esta banda de delincuentes que todos ya conocemos. Es la 14ª vez en 50 años de terrorismo que vemos repetir esta comedia con nombres distintos que les ha permitido el acceso a los ayuntamientos y seguir financiándose con dinero público y desde allí seguir amenazando y chantajeando al pueblo vasco.
uí no había que ver lo que dicen esta banda de delincuentes que todos ya conocemos. Es la 14ª vez en 50 años de terrorismo que vemos repetir esta comedia con nombres distintos que les ha permitido el acceso a los ayuntamientos y seguir financiándose con dinero público y desde allí seguir amenazando y chantajeando al pueblo vasco.Rufi Etxeverria, el único que no tiene sin antecedentes penales encabeza un grupo de los «diez», que formaban la mesa del partido que está formado por : Iñaki Zabaleta (catedrático de Periodismo de la UPV); Karmele Agirregabiria, (directora de un euskaltegi o centro de enseñanza del euskera para mayores); Xabier Artola (profesor de la UPV), Esther Hernandorena (profesora); Maider Etxebarria, (doctora en Geología); José María Compains (abogado); Edu Brugos (sindicalista); Sonia Respaldiza (administrativa), María Jesús Vélez (trabajadora social) y Raquel Jausoro (trabajadora) y serán los que apoyen esta farsa y se presenten como candidatos.
Etxeverria fue quien tomó la palabra y presentó los estatutos del nuevo partido llamado SORTU con los que piensan presentarse a las elecciones, dijo que Batasuna ha dado un paso inimaginable hasta hace unos meses. Iñigo Iruin ha asegurado que el partido que quieren registrar el miércoles mantendrá «una nítida separación y ruptura respecto de ETA«, incluye en sus estatutos un «rechazo a la violencia, también a la de ETA en cualquiera de sus manifestaciones«. …bla… bla… bla…
Se desprende que siguen sin condenar los asesinatos cometidos por ETA y que entreguen las armas y ésta sea disuelta. O sea una nueva comedia que nadie se cree, salvo… Rubalcaba, que ha estado todo este tiempo acercando presos de la banda al País Vasco, ha manifestado que aunque son insuficientes pero que ETA ha dado un paso importante para que definitivamente deje de ser un problema. Yo diría que el único problema es la credulidad repetida una y otra vez por el Ministro del Interior y sus terminales judiciales.
Iñigo Iruin, el abogado de Batasuna, ha sido minucioso al explicar que las leyes y las sentencias del Supremo exigían unos requisitos concretos y ha ido detallando los puntos de los estatutos que demuestran que cada una de estas exigencias es cumplido. Frente a estos compromisos impecables jurídicamente hay otros hechos: primero, se ofrecen a trabajar para conseguir el fin de la violencia, pero no le exigen a ETA que se disuelva ya….bla… bla… bla…
De haber querido abandonar su condición de cómplices de una banda terrorista, los Rufi y compañía no se hubieran limitado a rechazar una eventual violencia futura. Condenarían la historia de terror de ETA, la misma que, por desgracia, ya está escrita, y ofrecerían su colaboración a la policía y la justicia para acabar con ella. Es así cómo se rompe con una organización terrorista. No hay otra vía. Pero el Gobierno ha decidido premiarles con afectuosas palmaditas por haber mejorado su comportamiento. Los pupilos revoltosos van por buen camino. Por el camino de colarse con otro cambio de capucha.
Ahora tendrán que ser los tribunales quienes decidan, con ayuda de las pruebas que proporcione Interior, sobre la sinceridad o no del nuevo posicionamiento de la mesa nacional de Batasuna. Algo que ha sido presentado con tal nivel de zafiedad que no engaña a nadie, salvo a todos aquellos que les interesa que los engañen para seguir beneficiándose de ello.
