Han pasado 16 años desde que la banda terrorista vasca asesinó a Gregorio Ordóñez. Sin duda parece que fue ayer, como parece que acaba de suceder el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Son recuerdos que el español de bien recordará siempre. Y de ello se ha hecho eco el líder del descafeinado Partido Popular, Mariano Rajoy, en la Convención sevillana.
Fernando Grande-MarlasKa siempre ha tenido claras las intenciones de ETA y ha trabajado fiel a la ley en contra del terrorismo y la extorsión. Y lo ha hecho sin mirar a la galería, como otro juez al que hubo que señalar la puerta de salida por la comisión de delitos continuados, falsedad y ‘estrellato’ mal intencionado. Pues bien, Grande-Marlaska no dará un respiro a la banda ni entorpecerá el proceso al que se refirió el batasuno, cuyo hijo fue encarcelado por pertenencia a banda armada. Marlaska es una garantía de éxito, prudencia y honrado atrevimiento.
En buena medida, Rajoy ha coincidido con el juez de la Audiencia Nacional. «Los terroristas no pueden participar en las próximas elecciones», ha dicho el líder del desorientado Partido Popular. Y ya es un éxito que las partes coincidan en algo tan importante. Una vez más reiteramos que ETA solo tiene un camino: rendición incondicional, perdón a las víctimas, entrega de las armas y cumplimiento íntegro de las penas. Lo demás son gaitas marineras. No cabe otra salida ni la ciudadanía permitirá que el ‘Vendeburras’ de Moncloa vuelva a poner en peligro el Estado de Derecho, y mucho menos que intente volver a ‘amamantar’ a la serpiente vasca.
Toda la ciudadanía debe vigilar para que ETA no consiga entrar en las instituciones. «No caben atajos, ni componendas ni concesiones», ha dicho Rajoy en Sevilla. Al menos el líder de paja del PP ha dicho algo sensato, aunque para ello haya tenido que apoyarse en Aznar, ínclito eje sobre el que sigue girando la presunta derecha, pretendido centro y desconfiada formación de progreso. No hay duda: es con la ley con lo que hay que acabar con el terrorismo y con la izquierda socialista abertzale; en este último caso, hay dos ‘apellidos’ muy peligrosos para una sociedad de progreso, como son lo de «socialista» y lo de «izquierda». Apelativos que sustentan la crispación social a lo largo de la Historia y el engaño permanente, además del cercenamiento de las libertades y la represión al disidente o discrepante.
«El 23 de enero de hace 16 años, ETA asesinaba a Gregorio Ordónez. Estamos contigo, Gregorio», ha dicho Rajoy. Así sea. Junto a nuestro recuerdo más emocionado para Gregorio, también queremos dejar constancia de que «Con Rajoy es imposible», así como de nuestro rechazo a quienes ignoran a las víctimas del terrorismo y nuestra preocupación ante la crispación que se está alentando desde el PSOE, lo que nos hace pensar que algo se trama para frenar el ascenso del PP a Moncloa. Ya hubo un 11-M que cumplió con ese objetivo, cuyo fraudulento juicio debe reabrir el Partido Popular si toca poder, y todos los indicios apuntan a sospechas que nos hacen llevar las manos a la cabeza. Algo tiene que decir Rubalcaba al respecto, Pepiño, el ‘Vendeburras’ Zapatero, ETA,… La ciudadanía quiere que se aclaren cuanto antes los asesinatos del 11-M. La organización mediática internacional, y sin fines lucrativos, debe contribuir a ello sin más dilación. Ya se sabe que «el que exige jugar las cartas boca arriba, tiene todos los triunfos en las mano», como decía Graham Greene.