Se muere Castilla y León. Cada día se cierran empresas y envejece el tejido empresarial. Ni las Administraciones ni los empresarios quieren invertir en esta tierra que el Partido Popular está matando a marcha lenta. Los secuaces de Herrera Campo, Juan Vicente, han demostrado que son como el caballo de Atila: todo lo destrozan por donde pisan y por donde pasan.
Si hacemos balance del año 2010 comprobamos que se han dado de baja diez autónomos diarios. Son la agricultura, los transportes y la construcción los sectores más dañados. Eso explica que a diario se formen colas de más de doscientas personas en las oficinas de Valladolid donde se tramita la abusiva, hortera e injusta Renta de Ciudadanía. Ni eso han sido capaces de organizar. ¡No saben la que se les viene encima! De momento lo cubrirán con mentiras y patrañas, pero solo porque es año electoral; no obstante, ese abuso y esa errónea medida la vamos a pagar todos.
Uno, como ciudadano, siente vergüenza por los abusos que se cometen en la Junta de Castilla y León. Unos abusos que van desde enviar coches oficiales a casa de los directores generales para traerlos al trabajo hasta crear consejerías sin cometidos claros, pasando por el abuso de las tarjetas de crédito con cargo a la Junta (recuerdo a un director general de Educación que compraba voluntades con cargo a su tarjeta de crédito de la Junta, mientras prohibía que sus asesores cobraran conferencias, seminarios y mesas redonda; todo debía ir para él y solo para él).
Que alguien nos explique para qué narices se creó la Consejería de Justicia e Interior. Nos hemos vuelto locos. Y digo que nos hemos vuelto locos porque se abusa del personal y de los cargos de libre designación con sueldos astronómicos, mientras que no se cubren puestos de mayor importancia. Muchos jefes y casi ningún ‘indio’.
Para el pueblo nada, pero para los ‘locos políticos’ dinero a puñados. Algún día hay que cortar el grifo e invadir las ‘cavernas’ de esos políticos de la derecha y la siniestra que desprecian al ciudadano, maltratan a quien presenta quejas a la Administración y regañan a quienes les piden cuentas y explicaciones. No quieren que el pueblo les moleste. ¡Son dioses y los demás simples mortales! Y Juan Vicente Herrera consiente esos abusos, porque tiene miedo a su gente. ¿Qué les debe? ¿Por dónde le tienen agarrado? ¿Qué esconde, si él no tiene súbditos que participaran en el 11-M, como el socialismo de ‘Vendeburras’? Doy fe, porque a esa conclusión no llega Fernández Candela.
Adivinamos un año 2011 donde la incertidumbre es un hecho. ¡Maldito ‘Vendeburras’ de Moncloa que arrastra a las comunidades autónomas!. Es tal el retroceso de la actividad económica y la destrucción de tejido empresarial que cinco millones de ciudadanos están abocados al lamento y expuestos a la injusticia, la represión socialista y el desprecio más insensato y tabernario. Ni siquiera la recuperación económica forma parte de las perspectivas de 2011. «No se puede hablar de recuperación mientras seguimos perdiendo empresarios, empleo y, sobre todo, actividad económica».
España sangra por sus autónomos. A diario se pierden más de 1.800 autónomos. Un 82% de ellos tienen como causa el cierre definitivo de sus negocios. Y a ello contribuye la Junta de Castilla y León en muchos casos, por el retraso en los pagos, la falta de planificación, el incumplimiento de su propia normativa y la lentitud de sus derechosos y ‘funcioneros’ acomodados desde hace veinte años.
Si el Gobierno socialista casi ha roto España, la derecha de caverna y destrozo puede dar la puntilla al presente y al futuro. Sin duda, con Rajoy es imposible; pero eso no importa a quienes solo aspiran a tocar poder, disfrutar de cargo y ‘poner el cazo’. ¡Maldita derecha y despreciable ‘izmierda’ zapateril! No lo duden ni un momento: así no vamos a ninguna parte.
Me duele España. Sufro por Castilla y León. Mientras tanto, otros muchos apoltronados la ordeñan, sangran, desprecian y prostituyen. ¡Qué malos vasallos y qué señores más ruines!