No voy a hacer huelga el 29 de septiembre. De mí no se aprovecharán esas organizaciones parasitarias, pendencieras, horteras y decimonónicas. No estoy dispuesto a que me descuenten setenta euros por ir a la huelga. Uno de los objetivos de los trabajadores es intentar acabar el 29-S, de una vez por todas, con los sindicatos obreros de raíz marxista. Desestructuran las sociedades, abandonan a la clase trabajadora y abusan de lo poco que tiene el currito, además de vejar al empresario, en vez de besar por donde éste pisa.
Ah, si los piquetes intentan incordiar durante el 29-S — y dado que son ilegales — puede la ciudadanía tirarlos al río o correrlos a gorrazos. El futuro lo agradecerá. Allá por 1998 tiramos a un piquete de UGT (chico y chica) al río Pisuerga de Valladolid, frente a la Dirección Provincial de Educación, y nunca hemos sabido si llegaron a salir o se ahogaron ese mismo día. Al fin y al cabo… ¡qué más da, si era ilegal! ¿A alguien le preocupa que aparezca o desaparezca un piquete de UGT o del ‘COCO’? No, a nadie nos preocupa, ni siquiera a los propios sindicatos verticales y unificados.