La ministra de Igualdad, azote de la educación religiosa, defensora de la ley del aborto, y detractora de todo aquello que huela mínimamente a catolicismo, estudió con las monjas. Y no solo eso, reconoce que: «Me enseñaron los valores que siguen vigentes en mí: respeto, tolerancia…».
* FUENTE: Libertad Digital