Ver para creer. Ya es lo que le faltaba al Gobierno socialista. Ahora resulta que dentro de la División de Tráfico del Instituto Armado ha aparecido un ‘buitre-fantasma’ con afanes recaudatorios que firma circulares contra los ciudadanos y pretende convertir a los agentes de tráfico en simples mercenarios con afán recaudatorio. Ha firmado una circular que ridiculiza a la Guardia de Tráfico, se convierte en el hazmerreír de la ciudadanía y de ja en muy mal lugar al director general de la Guardia Civil. Nos estamos refiriendo al responsable de la Agrupación de Tráfico, dependiente de la División Adjunta Operativa de la Guardia Civil.
Si bien la Benemérita siempre ha gozado de buena fama, afecto y atractivo entre la ciudadanía, con comportamientos como el de Toni Dichas no solo se ‘descojona‘ la ciudadanía sino que este miembro de la Benemérita se convierte en un preocupante ‘fantasma‘ de la Guardia Civil, del Gobierno sociata y, por añadidura, de la Dirección General de Tráfico; es más, puede resultar ser un mandado sin personalidad, con aspiraciones trepadoras y con intenciones prensoras.
El contenido de esa circular ha generado un tremendo malestar entre los agentes del Cuerpo; bien es verdad que siempre hay garbanzos negros en todos los cocidos. Ese malestar lo ha denunciado la Unión de Guardias Civiles. El motivo: «las nuevas directrices obvian la labor preventiva de los guardias civiles adscritos a la especialidad de tráfico en el ejercicio de sus funciones, premiando de forma ilícita el incremento de expedientes sancionadores con un claro objetivo recaudatorio«. En pocas palabras: a mayor sanción económica contra los ciudadanos, mayor premio para los agentes en el momento de su evaluación. ¿Tiene algo que decir el Gobierno socialista al respecto? ¿Está implicado alguien de más arriba? ¿De quién procede esa mezquina orden?
Resulta que se va a premiar más las actuaciones profesionales por alcoholemia que la intervención de los agentes en un accidente de tráfico. En la circular que firma el fantasma-recaudador de la Agrupación aparece toda una retahíla de «insensateces«. Comprobamos en la prensa diaria que «La Unión GC ha relacionado esta circular con la huelga de «bolis caídos» que están desarrollando muchos agentes del Instituto Armado en los últimos meses, en la que estarían parando a los conductores e informándoles de las infracciones que habrían cometido, pero no se les estaría multando».
Compartimos la opinión de la Unión de Guardias Civiles. Lo que no entendemos es que la Dirección General de Tráfico esté preocupada por la disminución de expedientes sancionadores y, por tanto, del descenso de ingresos en las arcas públicas de la Dirección General de Tráfico. Tampoco entendemos la complicidad (estaríamos hablando de un delito) de la Dirección General citada con los agentes «para que los guardias civiles actúen como mercenarios con un único fin recaudatorio, causando un grave riesgo al ciudadano».
Estaríamos ante un caso de corrupción y debería intervenir cuanto antes la Fiscalía Anticorrupción. A ello habría que añadir la inmediata dimisión del firmante de la circular, Toni Dichas, y del propio director general de Tráfico. Y si se demuestra la connivencia del ministro de Interior, pues… ¡también debe dimitir éste ‘ipso facto’! Si se demuestran todos y cada uno de los términos denunciados por la Unión GC, entonces si que en España no cabe ni un tonto más.