Ayer la Selección Española de Futbol vivió una de las jornadas más gloriosas de su vida, sin precedentes anteriores. Con la victoria difícil y merecida contra Alemania conseguimos llegar a la final de la Copa de Mundo. Carlos Puyol, un catalán, fue el artífice del gol que nos da paso a jugar la final contra Holanda. La suma de esfuerzos fue lo que que dió lugar a la victoria. Es toda una lección y motivo de gran alegría para todos.
Ayer después del partido los españoles de todo el país salieron a la calle en todas las ciudades de España sean Madrid, Calatayud, Bilbao, Barcelona, Sevilla, Ceuta o Alicante, para manifestar su alegría y el orgullo de ser españoles. De golpe estos ciudadanos perdieron sus complejos y se manifestaron en gran número por las calles de Sabadell, Bilbao, Girona, San Sebastián, Santiago de Compostela haciendo sonar los cláxones de los coches, disparando tracas y especialmente blandiendo la bandera nacional que en muchos de estos lugares ni se atrevían a enseñar y que ha estado casi vetada por los políticos de la zona en los balcones de sus ayuntamientos.
Este hecho irrefutable me lleva a la conclusión de que a pasar de los intentos interesados por parte de políticos, nacionalismos y los grupos radicales, es mucho más lo que nos une que lo que nos separa y que si existe un proyecto y un camino a seguir se puede conseguir dar la vuelta al desánimo. La muestra de cuán alejados están los políticos de la realidad que ellos solo van por sus intereses y el pueblo solo demanda un buen Gobierno. Y otra reflexión fundamental es que cuando se sabe, se quiere y se lucha por conseguir un objetivo, un país es capaz de llegar hasta metas insospechadas. Lo malo es que aún no sabemos cual es este objetivo y quien lo va a liderar.
Yo no estoy seguro de que exista en este momento alguien capaz de sacarnos del paro y la crisis y especialmente del conformismo, falta de ideas y principios de los españoles, pero el ejemplo dado por la selección española de futbol es algo muy reconfortante y a tenerlo como ejemplo. De lo si estoy convencido que mientras Zapatero esté presidiendo el Reino de España, y estén mandando ciertos dirigentes en determinadas regiones del pais, en sus intereses partidarios o particulares y olvidando el bien común, entonces seguiremos revolcándonos entre la miseria moral y económica.