Con casi cinco millones de parados, las condiciones laborales de los trabajadores de metro y de estos indeseables liberados (por no trabajar) son 38.000 euros al año, una cantidad que supera en cuatro veces el sueldo mínimo interprofesional. Pero hay más, según el último convenio estos privilegiados no pueden ser despedidos ni por razones técnicas, ni económicas ni organizativas, aparte de que el 95% de los más de 7.100 trabajadores, tiene un contrato indefinido. Los profesionales de Metro tiene otras ventajas: hipotecas con condiciones favorables para comprar una vivienda y cursos de idioma o formación en nuevas tecnologías. Y, por supuesto, viajan gratis en el metro hasta después de jubilados, al igual que sus hijos y mujer. El resto de sus familiares, se beneficia de importantes descuentos. Bien, pues estos impresentables no aceptan una rebaja del 5% en su sueldo, en aplicación de una norma zapatera, porque hay que complicarle la vida a Esperanza Aguirre en una operación del Siglo XIX y, de paso, castigar a seis millones de madrileños. Si yo fuera Esperanza se acordarían de esta huelga ilegal toda su vida. No merecen otra cosa que irse al paro.
(DIARIO LIBERAL, 01.07.2010)