Mientras Rodríguez Zapatero, y su talante, imponen recortes unilaterales por decreto a jubilados y empleados públicos, el derroche prosigue y dos socialistas, nacidos en Andalucía, Montilla y Chaves, utilizan traductores para entenderse mientras hablan en el Senado, con sede en Madrid.
Particularmente soy muy partidario de las bromas, pero no con el dinero público, si Leire Pajín, Montilla y Cháves quieren fingir que no hablan español, como es su obligación constitucional, me parece bien, siempre que su parodia se la paguen ellos y no nos pasen la factura al resto de españoles.