El presidente ha caído en el descrédito más evidente. Actualmente atesora la mayor desconfianza ciudadana desde los tiempos de la corrupción generalizada de la época de Felipe González y los crímenes de Estado que supusieron los GAL. Malas semanas esperan al presidente, preso de su ignorancia. Sobre todo si ETA decide – que ya lo ha decidido — hacer públicos los presuntos compromisos ‘firmados’ en nombre del Gobierno.
Claro que, los dos supuestos ‘firmantes’ andan desaparecidos y garantizan que el empeño no fue del Ejecutivo, sino un empecinamiento personal del presidente Rodríguez. Y ‘Pepiño’ Blanco, don José, llamando ‘corrutos’ y facitas’ a cuantos se le acercan por la derecha.
Dios los cría y ellos se juntan para crispar, despreciar e insultar al personal. Han comprobado que solo queda un camino tras el destrozo que Zapatero y sus ‘genios‘ han causado al país. Les gustaría ver la desaparición de ETA, pero ni ésta está por la labor ni a Eguiguren le conviene servir ese plato a Rubalcaba.