«No tengo nada que explicarte» le dijo Hugo Chávez acuando conoció el auto del juez Velasco que denuncia abiertamente la «cooperación» del Gobierno venezolano en la alianza entre ETA y las FARC con el objetivo de poder asesinar en España al presidente colombiano, Álvaro Uribe, y su antecesor, Andrés Pastrana, así como contra otros dirigentes , según datos sacados a través de unos correos del ordenador del terrorista de las FARC donde se aclaran los manejos de Hugo Chavez con las FARC, en la que se observa la relación y el intercambio de conocimientos con ETA en los cursillos de explosivos y la preparación de atentados contra el presidente de Colombia en los campos de entrenamiento de Venezuela.
Ante la agresión verbal inicial de Chávez, que no negó estas graves acusaciones sino que arremetió contra el juez y el Gobierno español, Zapatero ha mostrado ante los españoles con una sumisión desconcertante que nos tiene en ascuas, al ver su permisividad ante unos insultos que de otra manera hubieran llevado a la ruptura de relaciones. Aunque esto no es nada nuevo, tanto uno como otro pertenecen a la izquierda y entre compañeros se permite todo, pero resulta que Chávez está involucrado hasta las cejas en esta Internacional Terrorista que se mueve desde con la complacencia de los «gobiernos gamberros» que van desde Bolivia, Cuba, Libia, Irán o Venezuela, que están totalmente interrrelacionados entre si, cobijando movimientos terroristas de uno u otro signo y que solo están de acuerdo en la destrucción el orden internacional y en su odio visceral a los Estados Unidos..
En el caso de España tenemos la desgracia de tener un Presidente que no sabe donde está o no quiere saberlo y coquetea constantemente con toda esta pandilla de facinerosos tal como ha escrito Guillermo Dupuy en su certero artículo de Libertad Digital que define esta conexión como la del «gorila, la serpiente y el avestruz.»