Hoy iniciamos una campaña contra la ignorancia. Y, precisamente, la foto que ilustra el post es la más representativa al respecto. El desconcierto del personaje de la imagen le ha llevado a hacer unas declaraciones desproporcionadas para no ser olvidado.
Es la única forma de que alguien se acuerde de él. Ni su trabajo es de relumbrón ni su carrera es de largo recorrido. ¿Solución? Ponerse contra corriente, aunque ni siquiera crea en lo que dice. Eso mismo lo hacen muchos ignorantes y éste ha pensado: «¿Por qué voy a ser menos?». Decía Malaparte que «nadie perdona a un hombre que, premeditadamente, pretende ser diferente a los demás». Y… este borrego…. lo ha intentado, sin serlo, con el único afán de destacar y sobresalir.
Por eso el desprecio es mayor: «¡Denuncien, ignoren y desprecien a gente así!» ¡Desde aquí, exigimos el boicot a su mediocre trabajo!