Ajadas e impresentables atentan contra los trabajadores
Aborregadas e indecisas son capaces de defender lo indefendible con tal de obedecer al señor del Harén gótico-socialista. Lo tienen todo perdido, en cuanto a la admiración y al crédito, como tienen perdido el Reino de los Cielos. Nadie respeta ya a este par de vejestorios adocenados. No sé quien decía que «cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto». Y doy fe que a este dúo de miserables e impresentables nadie respeta, porque hace tiempo que perdieron la vergüenza, el saber estar y la ética.
Nunca supieron si subían o bajaban. Simplemente reproducen sonidos y gorjeos zapateriles. Son cuota, sin seso. Y de lo otro…menos aún. ¡Hace falta tener cuajo…!
Franquistas hasta las cachas, y hasta los últimos tiempos del tardofranquismo, son el último vestigio del francofalangismo adulterado. Están en el socialismo, como podían estar en las cavernas o en el desierto de Kalahari. Era su último tren. Y a fe que lo han perdido. Su logro: concentrar el odio de la ciudadanía entorno a su persona y ser el hazmerreír del miserable y vulgar zapaterismo rampante.
Las dos anoréxicas y potentadas inmobiliarias con buenas mansiones pagadas con nuestros dineros.