Rodríguez Zapatero está cada día peor. Se ha convertido en el hazmerreír de Europa y lo ha hecho de la noche a la mañana, como él acostumbra a hacer las cosas cuando las hace mal; es decir, casi siempre.
Para ello solo han tenido que darse dos acontecimiento: el ataque a la Web creada con motivo de la Presidencia, cambiando la imagen original por la del gracioso y caricaturesco Mr. Bean, por un lado, y las declaraciones que ha hecho sobre el paro, con motivo de la rueda de prensa de la Presidencia europea: “España está a punto de salir de la crisis, si no lo ha hecho ya”. Ya se sabe lo que dice el refrán: «Cuando los que mandan pierden la vergüenza, los que obedecen pierden el respeto»
Si Bibiana Aído ha sido galardonada con el premio “Borrica 2009″, Rodríguez Zapatero ha tenido la suerte de que tal premio era solo para féminas. De lo contrario hubiera sido un claro y digno candidato al “Borrico 2009″ y, posiblemente, a “Borrico mayor” de la Unión europea. ¿Por qué? Pues porque no se pueden decir tonterías cuando se ocupa un puesto institucional de la UE.
Mientras el presidente del Gobierno español cree “insólito” cuestionar la capacidad de España para presidir la UE y para salir de la crisis, los españoles sí cuestionamos su capacidad de trabajo y de iniciativa para abandonar la recesión, a pesar de la barbaridad en la que ha incurrido el presidente Rodríguez: “España está a punto de salir de la crisis, si no lo ha hecho ya”. ¡Qué barbaridad, qué atropello y qué ridículo más sonado! Al final tendremos razón cuando decimos que “tenemos un presidente enfermo y está loco de atar, usar y tirar”.
El colmo de la estupidez que acompaña a este indigente de luces e iniciativas es pedir “sanciones para quienes no cumplan los objetivos económicos de la Unión europea”. Hemos tenido que pellizcarnos para comprobar que era cierto lo que escuchábamos: Zapatero pidiendo sanciones para España. Sí, si, sanciones para España, porque nuestro país se ha saltado a la torera todos los objetivos económicos y no ha cumplido ninguno, de ahí su aguda crisis y la falta de medidas económicas y laborales dignas.
Con las barbaridades escuchadas al presidente del Gobierno, uno acaba pensando que estamos ante un mentiroso, un impresentable, un loco de atar y un vulgar trilero de la palabra y la obra. José Manuel Durao Barroso y Herman Van Rompuy habrán pensado que estaban en el circo o que en España era carnaval. Precisamente el día que Eurostat ha vuelto a situar a España como líder del paro de la eurozona. El presidente Rodríguez sigue fiel a lo que siempre ha hecho: ridiculizarnos allí donde va.