Tan solo aparecen en la foto los líderes del caso Gürtel. Habría que añadir a muchos más, entre ellos los implicados de Castilla y León en el informe policial. Por cierto, ante la implicación de José Manuel Fernández Santiago, aparecida en los informes policiales, y dado que es presidente de las Cortes de Castilla y León, a éstas se las conoce en Valladolid como «Casa Gúrtel».
Ya es penoso y vergonzoso que la institución, que debería ser ejemplar en la comunidad, pase por un trance como el de la trama Gürtel, y, por tener como presidente a un implicado — según el informe policial — se encuentre sumida en la más despreciable vergüenza y en un claro desprestigio a todas luces. Ahí es nada: «Casa Gürtel». Sin duda, para sentirse avergonzado de las instituciones en León y en Castilla.
Y mucha culpa de ese desprestigio tiene Juan Vicente Herrera, por su permanente dejadez y su vista gorda ante la situación de corrupción que recorre al Partido Popular en todas sus instancias. Es evidente que tiene que dar explicaciones el presidente de la Junta, no solo sobre Fernández Santiago, sino también sobre Miguel Ignacio González, director general de Deportes de la comunidad, que, dicho sea de paso, empieza a convertirse en una especia de ridículo nacional.