Hablan, aunque no tengan nada que decir. Suelen ir por caminos contrarios a los de la población a la que supuestamente gobiernan. Me refiero a los políticos y, más concretamente, al tema del terrorismo. Se han hartado de decirnos que ETA tocaba fondo y resulta que no es cierto. Ahí tienen los atentados de Calviá y lo que pudo ser una masacre en Burgos. Nos mienten nuestros políticos y por eso hemos dejado de creer en ellos. Hablan por hablar.
ETA aún no ha tocado fondo. ETA puede matar y, por desgracia, lo va a seguir haciendo. No ha perdido la esperanza de volver a la negociación y, si es preciso, engañar a los mismos incautos a quienes ha manipulado hasta hace poco, Rodríguez Zapatero incluido; recuerden que consintió –según GARA— llamar “accidentes” a los atentados cometidos por ETA. Sabe ETA, desde la creación de los GAL, que los Gobiernos de corte socialista son egoístas y solo ven por el espejo de enfrente, sin utilizar los retrovisores de la negociación. Una prueba más de que nuestros políticos hablan por hablar.
La creación de los GAL pudo ser un éxito del Gobierno de Felipe González y, sin embargo, tuvo como resultado un estrepitoso fracaso. ¿Por qué? Porque el Gobierno socialista dejó participar en la ‘empresa’ a lo más incauto y torpe que ‘circulaba’ por las cloacas del Estado de Derecho de entonces. Para algo de envergadura que intentaron, lo hicieron mal, lo planificaron peor y acabó de forma vulgar, burda y atropellada.
El anuncio sobre ETA por parte del Ministerio de Interior, respecto a que su capacidad operativa está bajo mínimos, requiere una respuesta urgente, porque se ha demostrado que ETA campa a su antojo en todo el territorio patrio. Van por delante del Gobierno, se ríen de la oposición, bendicen al PNV y se pasan a Pérez Rubalcaba por el ‘arco del triunfo’ cada vez que habla. Si asesinar, expandir el terror y amenazar al empresariado es “estar bajo mínimos”, no quiero ni pensar qué será si llegan a estar plenamente operativos. En fin, hablan por hablar.
Muchos llevamos tiempo pensando que no saben de qué hablan nuestros políticos, cuando de terrorismo se trata. Al igual que sí sabemos de los medios que carecen y de la falta de seguridad de los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sus familias y cuanto les rodea. Y ello es fruto de la mala planificación del Gobierno, de la dejadez de los políticos de turno y de la falta de confianza en ellos por parte del Ejecutivo. Es más fácil prometer 400 euros para unos pocos, gastar en pagar parados en vez de crear empleo, no acometer la crisis estructural que ya nos agobia, dar a los sindicalistas ‘el oro y el moro’ para que se callen y no salgan a la calle o culpar al empresariado de la crisis, entre otras cuestiones. Hablan por hablar.
Otra aprueba, pero solo una más — porque conocemos y tenemos muchas que iremos desgranando en los próximos día — de que ETA sigue estando muy apoyada desde diferentes partes es la pagina web “Gaztesarea.net”, desde donde se financia a organizaciones juveniles, afines a la banda asesina; como se pasa el sobre y la hucha en muchos establecimientos vascos para recoger donativos con destino a ETA, a los presos de la banda asesina y a sus familiares. Una página que, incluso, recibía subvenciones del anterior Gobierno vasco del PNV, proclive al apoyo de la banda, por el gran rendimiento que proporcionaba al Gobierno de Ibarreche y al partido que le sustentaba. ¿Comprenden ahora, apreciados lectores, por qué decimos que nuestros políticos hablan por hablar?