Actualmente hay un temor fundado a que ETA haya podido tender una red estable para demostrar que su fin no está cerca. De momento han conseguido sembrar el temor y el desconcierto entre analistas e investigadores y, lo que es más grave, entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, sobre todo entre los especialista en la lucha antiterrorista.
Durante la tregua-trampa, Joan Mesquida dijo hasta la saciedad que ETA no estaba aprovechando ese periodo para rearmarse, así como que tampoco estaba aprovechando la relajación para aprovisionar los zulos existentes o abrir otros. El caso es que volvió a mentir; aunque a veces pensamos que no le pasaban la información necesaria, dado el alto grado de descoordinación que hubo durante la tregua-trampa. Pregunten, si les sorprende esta afirmación, a Eguiguren, Moscoso, Ternera, Zapatero o Rubalcaba. Personajes que, incluso entre ellos, se miraban de reojo por aquel entonces y hoy siguen manteniendo la distancia reglamentaria.