Desde la Junta de Castilla y León se ha lanzado una interesante iniciativa para fomentar la lectura entre los escolares y entre la ciudadanía en general. Falta hacen iniciativas de ese tipo, y no solo en Castilla y León. La LOGSE hace tiempo que dejó ver sus nefastas consecuencias.
Aquella comprensividad de la que tanto se presumía en los años noventa, vino acompañada de excesivo relax en el sistema educativo. Entre las consecuencias que hoy podemos comprobar, cabe destacar los problemas de comprensión lectora entre un importante sector de la juventud, así como la falta de estructuras ortodoxas en el uso del lenguaje y de la escritura. Y no hablemos de la coordinación lectora; a veces, es para llevarse las manos a la cabeza.
Precisamente, el conocimiento de esas carencias ha llevado a la Consejería de Cultura y Turismo a movilizar actividades en decenas de librerías en la comunidad de Castilla y León. A lo que se ha unido el hecho de que, por primera vez, se hayan programado actividades literarias el día de la fiesta de la Comunidad. Es bien recibido que el Día de Villalar se lleven a la campa actividades de este tipo, con el fin de que no quede relegado ese día al ‘día de la tortilla sindical’, sin más.
Hay que quitarse el sombrero ante iniciativas de este tipo. De ahí que, cada vez más, en el entonro de ‘Juanvi’ Herrera se reconozca la insigne labor de María José Salgueiro, consejera de Cultura y Turismo. No olvidemos que el fomento de la lectura y la apuesta por los autores castellanos era una materia pendiente para la Junta de Castilla y León. Y lo sigue siendo para otras consejerías.
Pero no nos engañemos: todo el monte no es orégano. Si desde la citada Consejería se promociona el libro y la lectura, así como se refuerzan vínculos entre los libreros, editores y autores de la región, también es cierto que en otras instancias de la Junta que preside ‘Juanvi’ Herrera parecen pasar olímpicamente de alumnado, centros, lectura, libros, profesorado y vínculos entre editoriales y libreros.
Hay centros públicos de educación que llevan años reclamando una biblioteca digna y, a pesar de las numerosas solicitudes, la administración regional ni siquiera contesta. No es fácil entender el brío y afán formativo de la consejera de cultura, María José Salgueiro, con la desidia, silencio y desprecio que se observa en la Consejería de educación; la misma consejería que atiborra a algunos centros de pizarras digitales ‘viudas’ que no se sabe qué hacer con ellas, por falta de otros medios. En cierto modo, nos recuerda la vulgaridad del ordenador portátil para cada niño de primaria.
Muchos centros públicos de educación acabarán pidiendo ayuda al Ministerio de Educación del Gobierno de Rodríguez Zapatero, ante la permanente insuficiencia de recursos del máximo órgano que preside el incorregible ‘Juanvi’ Herrera. Pero a pesar de esa insuficiencia siguen hablando de calidad y excelencia educativa, lo que nos lleva a la conclusión de que toman por tonta a la ciudadanía.
Teniendo en cuenta lo que venimos comprobando y explicando desde hace tiempo, cualquier día los temas agrarios pasarán a depender del Ayuntamiento; el Patrimonio Histórico-Artístico dependerá de Sanidad; la Justicia se incluirá en el organigrama de Turismo y lo relativo a energías renovables en la Consejería de Familia. En Castilla y en León cualquier cosa es posible. Y con el equipo de ‘Juanvi’ Herrera, las sorpresas han dejado de serlo.