Mejor tarde que nunca, pese a quien pese. Después de una larga espera sabiendo que el entorno de ETA no era solo la organización propiamente dicha, sino que detrás había figuras teñidas con tintes de ONG, empresas, organizaciones pro presos y grupos que recaudan para la causa independentista, ahora comprobamos que algunos han empezado a tomarse su trabajo en serio. Por fin el Tribunal Supremo ha declarado ilegal al Partido Comunista de las Tierras Vascas.
Gobierno y Fiscalía, Fiscalía y Gobierno han caído del burro con excesivo retraso. Repasamos algunos de nuestros artículos y comprobamos que llevamos casi dos años riéndonos de uno y otra, porque no han sido capaces de encontrar el camino que les marcaba la ciudadanía o no les ha convenido encontrarlo. Lo que seguimos sin entender es que no haya presentado la dimisión el fiscal general del Estado. A este personaje de la ‘corte política’ del presidente Rodríguez le sobra cara a raudales y espalda en cantidad.
Si alguien cree que estamos ante casualidades, mejor que se baje del burro, se documente y se arme de paciencia. Fíjense, amigos, en una misma semana la Audiencia Nacional y la Fiscalía han dejado con las posaderas al aire al elemento sustentante de ETA; es decir, a ANV y a EHAK-PCTV. ETA empieza a sufrir como durante el segundo Gobierno de Aznar, cuando se aplicó la ley de partidos con todas las consecuencias y se imposibilitó la disposición de bienes por parte de la banda armada.
La crisis acelera ciertas medidas que debieron impulsarse hace tiempo, mucho tiempo; por lo menos antes de que los analistas y la ciudadanía se llevaran las manos a la cabeza ante los despropósitos del Gobierno Rodríguez. Que se hable de otros temas, pero que no se hable de la maldita crisis que tanto acobarda al presidente.
Ambas formaciones deben abandonar sus actividades como partido político, tan pronto como reciban la notificación. Ahora tendrán que ir al paro o a la cárcel las ‘nekanes’ y demás personajes engañosos, cuyo propósito no era otro que sujetar, alimentar y extender el credo y la violencia de ETA.
Sin duda, cuanto antes sea liquidado el patrimonio de las formaciones abertzales, antes se podrá destinar a fines benéficos y sociales. Pero no nos engañemos, hay que tener presente siempre que de ese patrimonio han de participar las víctimas del terrorismo de ETA.
Hay demasiados datos como para que alguien pudiera pensar que ANV y PCTV no eran ETA. El comunismo de las tierras vascas se registró, de forma preventiva, en septiembre de 2002, si la memoria no nos falla, una vez que se había pedido en el Congreso de los diputados la ilegalización de HB-EH-Batasuna.
La ‘puesta de largo’ del PCTV tuvo como sustentante a Batasuna, lo que nos hizo pensar desde el primer momento que no había una línea clara de separación entre ETA y sus numerosos satélites, entre ellos PCTV y ANV.
Todos sabíamos desde hace tiempo que el comunismo vasco y ANV formaban parte de la estrategia y del colaboracionismo con ETA. Había que estar ciegos para no advertirlo, como ciego estuvo el Ejecutivo de Rodríguez cuando no le convino ilegalizar todas las listas de las candidaturas de ANV. Hasta eso se negoció, mientras se tangaba a la ciudadanía y se alimentaba a la serpiente abertzale.
Pero el apoyo a ETA no se circunscribe a las organizaciones indicadas. También el PNV ha facilitado el desarrollo de ETA con abusivas ayudas a las organizaciones que defienden a los presos etarras: Gestoras pro Amnistía, Etxerat, Askatasuna,… Un PNV que sigue sin entender que a ETA se le derrota desde el Estado de Derecho y nunca desde la negociación. Tanto Ibarretxe como Arzalluz siguen transitando caminos corrompidos y hace tiempo cerrados al tráfico separatista. No tardando se darán de bruces contra su propia contradicción. Hoy las torpezas salen a la luz y cada vez son más los que muestran sus posaderas al aire, sus desaires al Estado y su mediocridad democrática.
Juan José Ibarretxe y una parte importante del PSPV, incluido el maltratador Eguiguren, han pretendido dialogar y lo han hecho a lo loco. De la misma forma que en su día se montó el primer GAL, que era un GAL a la desesperada y bastante chapucero. Algunos deberían aprender a entender a Machado: “Para dialogar, preguntad primero, después… escuchad”.