Todos sabíamos desde hace tiempo que el comunismo vasco y ANV formaban parte de la estrategia y del colaboracionismo con ETA. Había que estar ciegos para no advertirlo, como ciego estuvo el Ejecutivo de Rodríguez cuando no le convino ilegalizar todas las listas de las candidaturas de ANV. Hasta eso se negoció, mientras se tangaba a la ciudadanía y se alimentaba a la serpiente abertzale.
Pero el apoyo a ETA no se circunscribe a las organizaciones indicadas. También el PNV ha facilitado el desarrollo de ETA con abusivas ayudas a las organizaciones que defienden a los presos etarras: Gestoras pro Amnistía, Etxerat, Askatasuna,… Un PNV que sigue sin entender que a ETA se le derrota desde el Estado de Derecho y nunca desde la negociación. Tanto Ibarretxe como Arzalluz siguen transitando caminos corrompidos y hace tiempo cerrados al tráfico separatista. No tardando se darán de bruces contra su propia contradicción. Hoy las torpezas salen a la luz y cada vez son más los que muestran sus posaderas al aire, sus desaires al Estado y su mediocridad democrática.
Juan José Ibarretxe y una parte importante del PSPV, incluido el maltratador Eguiguren, han pretendido dialogar y lo han hecho a lo loco. De la misma forma que en su día se montó el primer GAL, que era un GAL a la desesperada y bastante chapucero. Algunos deberían aprender a entender a Machado: “Para dialogar, preguntad primero, después… escuchad”.