Aún no se ha cerrado el ‘caso Lasarte’ y el presidente Herrera vuelve a lanzar a los suyos la cantinela de siempre. Eso de “abrirse a la sociedad” lleva diciéndolo desde que le conozco y puedo asegurarles que son muchos años. Por lo menos desde que era portavoz en las Cortes de Fuensaldaña; es decir, desde antes de que el siempre admirado Juan José Lucas le designara como presidente de Castilla y León; designación efectuada a ‘dedazo’ inicialmente y con el visto bueno de ‘Chemari’ Aznar. Todo hay que decirlo: posteriormente refrendó su presidencia con mayoría absoluta en las urnas, ante el caos reinante en el socialismo de la comunidad.
Cada vez que Herrera pide a los suyos que “abran el partido a la sociedad” acaban despelotándose sus directores generales y otros que comen en su mano. Seguramente él hablaba en serio, pero en un conocido restaurante de la capital de la comunidad sus altos cargos le imitaban, con mofa incluida, el primer viernes de septiembre. Y es que el ‘caso Lasarte’ ha acabado por hacerle perder la poca credibilidad que le quedaba, una vez que ha sido apartado de los círculos de poder del PP.
Quiere presentarse otra vez a la presidencia del Partido Popular en la comunidad; pero pide que se presente alguien más. No sabemos si lo dice con la boca pequeña o es que pretende la discusión, el insulto y el entretenimiento para acabar de tapar el caso de los huertos solares o plataformas fotovoltaicas.
Sea como fuere, estamos seguros que nadie quiere apechar con la que se le viene encima; sobre todo después de no haber sabido abordar con seriedad el citado ‘caso Lasarte’, haber tratado con un año de retraso la abundancia de topillos o la dubitativa actitud ante la asignatura de educación para la ciudadanía. ¿Alguien puede demostrar que no están implicados más altos cargos en los huertos solares? ¿Alguien se cree la investigación que ha hecho la propia Junta? Porque el asunto no acabará tan pronto como creen algunos. La Fiscalía de León aún debe investigar y hablar claro, al igual que podría hacerlo la Fiscalía Anticorrupción.
Herrera predica que quiere un partido más activo, más comprometido, más concienciado y sobre todo más abierto a la sociedad. Pero eso no funciona. Y decimos que no funciona porque lo hemos demostrado en reiteradas ocasiones en distintos medios. Incluso, a diario demostramos en nuestra bitácora que Herrera está en un error.
Disponemos de dos secciones en la bitácora, conocidas como “contesta Juan Vicente” y “Nos responde Juan Vicente”. Por las estadísticas que observamos cada día son dos secciones muy consultadas. Pero lo llamativo no es eso, sino que se puede apreciar que algunos asesores de Herrera responden verdaderas estupideces que nada tienen que ver sobre lo que se pregunta. A eso se llama desprecio al ciudadano. Tan solo una respuesta, la última de la serie, respondía a la pregunta con precisión.
Por eso nos sirve de risa y mofa, como a sus altos cargos, lo que acaba de pedir Herrera Campo a sus ‘huestes’ y a su ‘guardia pretoriana’. También es llamativo que asegure que Castilla y León no son lugar de paso para él, “sino la culminación relativa de mi ambición política”. Pero vamos a ver, Juan Vicente, no cuentan contigo en el partido. Tu misión es limitarte a sacar votos para el Partido Popular. Y punto. Huelga el comentario en este punto.
No le quieren en Génova, carece de imagen, prestigio y confianza entre los suyos. Un veintidós por ciento de la población castellana sigue sin saber quién es y, fuera de Castilla y León, un ochenta y tres por ciento no saben quien es, ni de dónde es presidente. Rajoy llegó a decir que si ganaba imitaría a Herrera. ¡Menos mal que no ganó! Dicho sea de paso: con la crisis que atenaza aún al PP será difícil que Rajoy levante cabeza. Lo que sí está claro es que el presidente Herrera se define a sí mismo. Ha dicho: «soy un chico de provincia rarito, como demuestra que a mis 52 años siga soltero». Es palabra de Herrera; pero seguimos pensando que debería marcharse. En Castilla y León hace tiempo que huele excesivamente a rancio.