Te jubilas como profesora del Centro de adultos de Muro, pero no te jubilas como amiga de tus amigos y, menos aún, como compañera de tus compañeros. Vuelve cuando quieras, pero sin horario, sin prisas, sin libros y con esa sonrisa.
Esta vista parcial de la mesa es un claro ejemplo de amistad y reconocimiento. Y si alguien lo duda,… ¡que pregunte en Olmedo! ¿Recuerdas aquel alumno que te nombró Dama de Olmedo? ¿Por qué iba a tener Caballero solamente?
Aquí tienes a Javier, compañero y director de Muro. Él apenas te ha conocido unos años y, sin duda, sabe lo que pierde la educación de adultos. Pero tan bien como él lo sabemos otros. Piensa que algunos te conocemos desde la época de los ‘Pollos Mojados». Ha llovido un poco, pero no creas que tanto.
Siempre has presumido con talante de haber casado a más de un compañero. Aquí tienes a uno de ellos. Un poco más abajo aparece el otro.
Aquí tienes al otro compañero que casaste. ¿Pensaste en algún momento que lo íbamos a olvidar? Claro que, dicho así, alguien no lo entenderá; pero es igual, ya lo entendemos nosotros.
No podía faltar ese canto a la amistad que Marisa glosa con elegancia y maestría. Además de gran profesional docente, no le faltan dotes de reportera gráfica y reconocida mantenedora de encuentros como el que nos ocupa.
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Querida amiga y compañera Chelo: el reportaje no acaba aquí. Piensa que toda la prensa del corazón se volcó en el evento y hay fotos suficientes para darte varias sorpresas. Reporteros como Maxi, Asun, Marisa, Laureano,.. han dejado muestras de su trabajo bien hecho.
Parte de las fotos se las venderé a la prensa especializada y las demás las explotaré amistosamente. Ya sabes, vamos a medias. Cuando vuelvas de vacaciones hacemos cuentas.