O sea, los Centros de Formación del Profesorado e Innovación Educativa. Eso sí, no todos, sino sólo los del medio rural -supongo que, como se dice al uso, para «potenciarlo«-. Hay quien comenta que sus funciones se pueden cumplir con la teleformación, o sea, una risa: dónde mejor está uno que en casita delante de la pantalla del ordenador. ¿O se homologará la formación presencial que pueden impartir sindicatos y/o empresas privadas?
En el BOCYL de hoy, dos de mayo de 2008, la sentencia de muerte; y más información, aquí, aquí y aquí. (P.D.: no sólo aquí cuecen habas).
FUENTE: Ladrilio