Para el PSOE, el paso que ha dado el consejero Mateos, es una prueba más del estilo que impera en la Consejería de Educación y en el conjunto del Partido Popular, predicando la máxima del “esto es lo que hay y con ello acabaré”. La Consejería de Educación de Castilla y León se parece cada vez más al Ministerio de Educación de la época de José María Maravall, que eliminaba todo lo que funcionaba y potenciaba lo que dejaba mucho que desear o creaba problemas.
“Se equivocan en la Junta de Castilla y León. Y lo preocupante de ello es que llevan haciéndolo mucho tiempo y empiezan a verse demasiados descosidos”, me decía ayer Rosa Benavente. Analista certera, como pocas, Rosa me recuerda a Khalil Gibran en su convencimiento de que “el lobo devora al cordero en la oscuridad de la noche, pero las manchas de sangre subsisten para acusarlo al día siguiente”.