los pícaros y la realidad hispana

Hay una actriz india que ha dicho que el aumento de las violaciones en la India se debe a que aumentan, a mayor velocidad incluso, en las películas indias de Bollywood. Siguiendo ese razonamiento se podría decir que una de la mejores aportaciones hispánicas a la cultura mundial, sin duda debe ser la novela picaresca. Desde hace unos cientos de años, y con una frecuencia que se repite una y otra vez, el pícaro, el ladronzuelo de algún ingenio y poca monta, preside los relatos más enjundiosos que los españoles comparten con absoluto gozo e identificación.

Por ejemplo, la película ‘Blancanieves’, es pura picaresca y está citada entre las mejores de este año. La malvada malísima que quiere quedarse con todo, podría formar parte del patio de Monipodio, sin rechistar. Incluso parece que va a ser también la mejor película catalana del año, con su historia de toreros y toreras, enanos y chóferes, que debe ser de lo que más abunda en Cataluña, a juzgar por el fervor con que ha sido recibida la película allí, tal vez porque el director sea catalán y ya por ello es catalana la historia, aunque rezume España cañí por los cuatro costados.

Una cierta picaresca con las subvenciones y otras artes han debido de ser puestas en práctica para conseguir que todos y todas sintamos la peli como si fuera nuestra. Pero no nuestra, sino nuestrísima: nada parece mejor a un lado o al otro del Ebro; la han presentado a los oscar sin mayor fortuna, porque allí deben estar hartos de películas mudas en blanco y negro, que ya se lo dieron a una el año pasado y esta de Blancanieves es tan trilera y oportunista como buena película de pícaros que se quieren llevar el santo y la limosna haciendo ni/ni para gustar a todos.

Les han visto el plumero en todas partes, menos aquí, la tierra de pícaros por excelencia, la que alaba el pelotazo del que lo da, aunque lo critique porque él lo hubiera hecho mejor, se lo habría llevado crudo y no se le habría notado tanto. Constantemente vemos elogios del pelotazo, como esta peli de ‘Blancanieves’: qué bien hecha está, qué bien cuenta el sueño de acceder a la mamandurria que pasa por allí.

Es lo que gusta y lo que van a premiar, como lo mejor que sabemos hacer aquí y allá, en la vieja España y en la vieja Cataluña, que son tan viejas como la realidad que cuenta la peli. Y que no salimos de ahí, ni para atrás.
(Publicado en Andalucía Noticias)

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