¿Y ahora qué?
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Foto de Marco Bellucci
Foto de Marco Bellucci
Ayer por la tarde le asesté un golpe mortal a este blog. Fue algo sin premeditación, sin cálculos fríos. Sucedió de manera espontánea. De haberlo sabido, quizás lo hubiera podido evitar. Qué se yo. Pero ahora el mal ya está hecho y hay que pechar con ello.
¿Qué fue lo que hice? Pues ni más ni menos que secar una de las fuentes de inspiración de estas «Anacrónicas», frenar el soplo que infundía vida a muchos de sus textos, contener su savia, cercenar su musa, derribar uno de sus pilares. Me compré el iPad.
Durante semanas, la ilusión de adquirirlo, las ansias de lograrlo, ese anhelo, delirio incluso… había cebado mi creatividad. Todo eso ha desvanecido y quedo abandonado a mi suerte. ¿De qué escribiré a partir de ahora? Tal vez, en un arrebato de desesperación, me dedique a observar el vuelo de las aves, o a estudiar los comportamientos de las colonias de hormigas rojas. Quizás así encuentre nuevas inspiraciones. De lo contrario, tendré que esperar a que el capitalismo consumista vuelva a enardecerme.
Pero hombre! Si tú siempre has encontrado inspiración en cualquier cosa! Ya verás cómo en cuanto se te pase el ipadempacho inicial vuelves a ver luz a tu alrededor.
No es tan fácil matar a la criatura. Te lo dice una experta que hoy intentó asesinar a la suya y acabó llorando y recuperando post de la papelera.
Un respiro, creo que necesitamos un respiro.
No te preocupes, para primeros de año sale el nuevo modelo.