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Una obra de arte de matrícula

Esta quizás sea la matrícula más artística que jamás haya visto. Tintes post-impresionistas colgados de una furgoneta.

El día en que Twitter se multiplicó por cero

Durante más o menos una hora, la mayoría de los usuarios de Twitter vio este lunes cómo su cuenta de «followers» se quedaba en cero. Desde Twitter hasta Ashton Kutcher, pasando por la mismísima Oprah, todos tenían tantos seguidores como yo, o sea, cero. Fue un momento de éxtasis democrático, el poder igualatorio de un error informático. Todos iguales ante Twitter. Famosos y desconocidos. Duró poco, pero el revuelo fue mayúsculo.

Yo aproveché el desconcierto para deleitarme y escribir unos cuantos tweets que recopilo a continuación:

Todos a cero en Twitter… el día en que la tecnología democratizó esta red social. El poder igualatorio de los errores informáticos

Primero se inventó la Coca Cola Zero… ahora la onda es Twitter Zero

El nuevo logo de @Twitter  http://twitpic.com/1mqixb
(éste tuvo un increíble número de retweets)

@Twitter no es digital porque sólo son ceros… le faltan los unos

¿Cuál sería el resultado de un partido entre Facebook y Twitter? Facebook 2 – Twitter 0

De la web 2.0, Twitter es el 0

Lo de @Twitter hoy no fue una tormenta… fue un aguacero

Para los coleccionistas de la historia de @Twitter, ahí va una pieza de museo  http://twitpic.com/1mqphm

Explicación oficial de Twitter sobre lo ocurrido: «No pasó nada, cero»

Sensación térmica

Hace una temperatura de -8°C; la sensación térmica es de -14°C; y la percepción mental es de… un frío de la madre que lo parió.

El post que querría no tener que escribir

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Hoy llevé a Catita al colegio y después me quedé en la misa que celebran para los niños de todos los cursos. Terminé sentado en primera fila porque el resto prácticamente estaban tomadas por los alumnos. Llegó la hora de la Comunión y fueron pasando todos los niños delante mía, uno detrás de otro, bien para comulgar, bien para recibir una bendición por ser demasiado pequeños; unos con cara de sueño, otros con los pelos alborotados, unos ensimismados, cogitabundos, otros sonrientes, unos con paso ligero, otros arrastrando los pies… Y mientras los observaba, veía claramente lo que todos tenían en común: su alma, esa alma que Dios les entregó y que les da una infinita dignidad.

Al salir de la iglesia, pensaba en esta entrada que estoy escribiendo, y en el Día Universal de los Niños, y en la Blogcampaña contra la pornografía infantil. Y concluía que de los depravados que practican esta aberración no quiero hablar porque Alguien con mucha más autoridad ya dijo todo lo que se podía decir:

«A quien escandalice a uno de estos pequeños que creen en mí, más le valdría que le colgasen al cuello una piedra de molino y lo arrojaran al fondo del mar».

El imán más potente del mundo

Hay pocas cosas con más magnetismo que ésta.

Taladrucciones agujereadas

Esta fotografía me la envía Rubén. Un ejemplo de taladrucción, palabra que define las traducciones con agujeros… ¿O será cierto que el cable es propiedad del saudita Al Ambre?

Crisis, propinas y gasolina

Con la crisis económica mundial, la cosa está que arde. Los negocios pierden gas y los empleados de los puestos de comida rápida, cada día más quemados, dejan claro que las propinas se destinarán a la compra de combustible. Lo que no me queda a mí claro es si la gasolina será para sus vehículos o para quemarse a lo bonzo de desesperación.

La crisis acabó con los escrúpulos

La semana pasada me encontré esta nota en el armario de la cocina de mi trabajo. ¿Será que con la crisis ya no nos llega ni para el agua?

Aeropuerto transparente

Mi vuelo llegó a la nueva terminal del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México: la terminal 2. Salimos  del avión y empezamos a desfilar como robots hacia la zona de inmigración.

El edificio en sí no me impresionó mucho, aparte de estar más agujereado que un queso y de tener tres plantas. Llegamos a un puesto de control y rellenamos un formulario sobre síntomas de gripe porcina. Seguimos avanzando y pasamos aduana. Bastante rápido. Finalmente, la zona de equipaje. Esa sí que me llamó la atención ya que a través de una cristalera, como un gran escaparate, se podía ver la labor de los maleteros descargando los equipajes de nuestro vuelo. «Eso sí que es transparencia«, pensé yo. Detrás mía, un señor no se conformó con pensarlo, y manifestó sus cavilaciones en voz alta:

– «Esto es transparencia… para que puedas ver cómo maltratan tus valijas».

Lo más irritante es que, efectivamente, la transparencia no parecía importar mucho a los maleteros, que manipulaban el equipaje con rudeza. A mi alrededor podía observar los rostros demudados de algunos pasajeros que veían cómo sus maletas iban a dar contra el suelo con estrépito. En mi caso, he de decir que recuperé todos mis bultos íntegros.

Seguí andando y me llamó la atención que en la nueva terminal se preocuparan tanto por la salud de los viajeros, y es que hasta había señales para advertir a la gente se preocupara por sus talones. Supongo que cargar maletas deber ser muy malo para los pies.

También me dio la impresión de que era una terminal divertida, ya que al parecer había muchas bandas, supongo que amenizando el tránsito a los viajeros. Así que, salvando alguna contradicción, como una señal que para explicar cómo lavarte las manos te indicaba unos pasos, mi experiencia en la terminal fue buena.

Interdit d’interdire

Si los jóvenes del Mayo Francés del 68 llamaron la atención del mundo con aquel famoso graffiti de «Prohibido Prohibir» en Nanterre, en la Villa de Guadalupe encontré este otro graffiti, más metafísico y contundente si cabe.