Penitencias de Cuaresma
A principios de la Cuaresma, le pregunté a Catita cuál iba a ser su sacrificio durante los próximos cuarenta días.
– Papi, no voy a ver la tele…
Me sorprendió tan estricta penitencia para una niña de su edad (ocho años ahora), pero me pareció un gran ejemplo de mortificación.
– Papi, solo veré el Apple TV…
…
Hoy, se me ocurrió preguntarle cómo iba con sus privaciones cuaresmales.
– Catita, ¿cuál es tu sacrificio de Cuaresma?
– No me acuerdo papi. Mi sacrificio está en mi corazón, no en mi cabeza.