Si algo guardan con recelo los gobiernos es la información personal de sus líderes. Sus teléfonos o emails cuentan con sistemas de cifrado, se cuida al milímetro sus movimientos y sólo se proporcionan ciertos datos a los organismos estrictamente necesarios. Pero estas medidas no han podido evitar que por culpa de un error humano, unido a la función «autocompletar» de Outlook, se hayan filtrado los pasaportes de líderes como Barack Obama, Angela Merkel o Vladimir Putin.
La Oficina de Inmigración de Australia requirió los datos de los 31 líderes mundiales que visitaron el país durante la reunión del G20 del año pasado. Por error, uno de los empleados de este organismo envió esta información sensible (incluyendo los números de pasaporte) a los organizadores de la Copa Asiática de fútbol. Continue reading »