El estrés es una respuesta natural de supervivencia del cuerpo humano ante situaciones desafiantes y peligrosas, es decir, situaciones que suponen un riesgo para nuestra supervivencia, o al menos así era para nuestros antepasados más primitivos. Sin embargo, hoy en día el estrés cotidiano no supone precisamente una amenaza mortal, pero si se convierte en estrés crónico, puede tener efectos perjudiciales sobre la salud, particularmente en el sistema inmunológico. Al igual que los avances médicos generales la medicina del deporte se encuentra en constante desarrollo e innovación al igual que los suplementos deportivos como el Enantato de testosterona. En el siguiente artículo se habla de cómo el estrés compromete nuestro sistema inmunológico y consejos para reducir los efectos adversos.
Entendiendo el estrés y el sistema inmunológico
El sistema inmunológico es la barrera de defensa de nuestro cuerpo contra infecciones y enfermedades, sin él la especie humana no podría existir. Nos ha ayudado a sobrevivir desde la aparición del hombre hasta nuestros días. Ha evolucionado y cambiado, en parte, por el avance de la medicina como vacunas y antibióticos y por la aparición de nuevas enfermedades.
Está compuesto por diversas células, tejidos y órganos que trabajan juntos para protegernos.
El estrés, por su parte, es necesario para reaccionar rápido y mantener nuestra integridad ante potenciales peligros, por lo que es necesario y positivo en pequeñas dosis. Pero puede volverse un grave problema en grandes cantidades.
Cómo el estrés afecta el sistema inmunológico
- Liberación de Cortisol: Ante el estrés el cuerpo libera cortisol, una hormona que aumenta el suministro de energía a el cuerpo y reduce la inflamación. A niveles elevados de cortisol el sistema inmune y digestivo pasan a segundo plano, priorizando los procesos que ayuden a “lucha o huida”, como suministrar mayor oxígeno y ATP a los músculos, dilatar las pupilas, sudoración, etc.
- Reducción de Linfocitos: Los linfocitos son un tipo de glóbulo blanco, cruciales para la respuesta inmune. El estrés crónico reduce su número, dejándonos más vulnerables ante enfermedades e infecciones, además de ralentizar los procesos de curación y regeneración celular.
- Inflamación Crónica: Aunque el cortisol reduce la inflamación en el corto plazo, el estrés crónico puede llevar a una inflamación continúa. La inflamación crónica trae como consecuencia problema de salud, como trastornos autoinmunes, problemas cardíacos, diabetes, acelerar enfermedades degenerativas, etc.
- Problemas de salud mental: El estrés puede ocasionar depresión, trastornos de ansiedad y sueño, impactando nuevamente en el sistema inmunológico. Por lo que para lograr manejar el estrés de una forma efectiva, atender la parte psicológica es fundamental.
Técnicas para Disminuir los Efectos del Estrés
- Realizar ejercicio de forma regular.
- Practicar técnicas de relajación: diferentes técnicas como la respiración profunda, la meditación, el yoga, el taichí o recibir masajes.
- Disfrutar de momentos junto a tus seres queridos y amigos.
- Destinar un tiempo para disfrutar de tus hobbies.
- Escribir un diario.
- Dormir lo suficiente.
- Una alimentación sana y equilibrada.
- No fumar, beber alcohol y consumir drogas.
- Busca ayuda profesional si aún con estas medidas no haz logrado manejar el estrés de forma saludable, o si simplemente lo crees necesario.