La conectividad en un vehículo no es más que el acceso a internet, y a los datos que ofrecen otros dispositivos. Es una vinculación tecnológica de la información hacia sistemas electrónicos que no forman parte del automóvil. Entre otras acciones, permite controlar ciertos aspectos del coche a distancia, como arrancarlo, comprobar el combustible, desbloquearlo, abrir sus puertas… desde un terminal móvil.
No son pocas las ventajas que ofrece un coche conectado, entre ellas los descuentos en el mejor seguro de coche, ya que el aumento de la seguridad es notable. Al estar monitorizado, es capaz de anticipar las averías e incrementa las medidas de seguridad en el supuesto de un accidente. Por otro lado, ofrece información en tiempo real al conductor gracias al cruce de bases de datos externas, facilitando la conducción con datos sobre el estado de las carreteras, la climatología…
Gracias a la conectividad, también se gestionan con más eficacia los posibles siniestros, controlando de forma optimizada la causa y el desarrollo de los mismos y facilitando el concurso de posibles conflictos y el trabajo de las aseguradoras. Así mismo, el mantenimiento de las piezas es más exhaustivo, las actualizaciones e intervenciones pueden realizarse de forma remota, permite una mejor circulación por las ciudades inteligentes, la aparición de nuevas aplicaciones para móviles permitirá conectarse con el hogar o con el trabajo, mejorando la calidad de vida de sus propietarios.
Tipos de conectividades posibles
No existe una única forma de conectividad para los vehículos actuales, en total son cinco las posibles, todas ellas tienen como finalidad aumentar la seguridad y la comodidad en el conductor.
Vehículos entre sí
La información que se transmite entre automóviles se refiere, fundamentalmente, a la velocidad y a la posición de otros vehículos cercanos, transmitiéndose a través de un sistema inalámbrico de comunicación. Con esta tecnología se avanza en la seguridad, se reduce la congestión en las carreteras y, además, tiene un impacto positivo en la protección del medioambiente.
Desde un automóvil hacia un inmueble
Como cabe suponer, en este caso se trata de la captura que se produce de los datos que genera desde un vehículo sobre la infraestructura circundante, comunicando información útil sobre la movilidad, la seguridad y las condiciones generales del lugar por donde circula.
Hacia la nube
En este caso la conectividad permite intercambiar la información que se considera útil sobre las aplicaciones que usa el vehículo con la nube para que se pueda hacer uso del IoT. Con este tipo de conexión sería posible, por ejemplo, gestionar una flota, predecir el mantenimiento, analizar los datos del vehículo para optimizar su rendimiento en carretera, reducir el gasto en combustible…
Con los peatones
También es posible, al capturar información sobre el entorno, comunicarlo a terminales móviles de cualquier peatón conectado. Es una herramienta de gran utilidad para mejorar la movilidad de forma general con los peatones, pero también sería capaz de evitar accidentes.
Interconectarse a todo
Los dispositivos más avanzados van a permitir interconectarse absolutamente a cualquier tipo de terminal TIC que esté a su alcance, ya sean peatones, infraestructuras u otros automóviles. Se trata de una tecnología que va más allá de su uso en coches de uso particular, ya que es posible encontrarlos en las propias autopistas, en los aviones, en los trenes e incluso en los barcos.